03.02.2019 | Redacción | Opinión
Por: José Manuel Bermúdez Esparza
Alcalde De Santa Cruz de Tenerife
Hace justamente hoy una semana, el pasado 27 de enero, se cumplió el 197 aniversario de la declaración de Santa Cruz de Tenerife como capital de Canarias. Aquella decisión, sustanciada en un decreto del Rey Fernando VII, fue posible gracias a la tenacidad y capacidad del síndico del Ayuntamiento, José Murphy, que tejió en Madrid los apoyos precisos entre los diputados de las Cortes. La declaración supuso un nuevo e importante hito para la ciudad, que quedaría grabado en letras de oro para la posteridad, junto a otras páginas gloriosas de nuestra historia. Es más, la capitalidad fue la culminación y el resultado de esos episodios, entre ellos la victoria sobre las tropas de Nelson y los reconocimientos de Santa Cruz como Muy Leal, Noble e Invicta ciudad.
Casi doscientos años después, Santa Cruz sigue llevando muy a gala su condición capitalina, forjada en la vitalidad de sus gentes y ratificada por su centralidad en los negocios y el empleo a nivel insular y autonómico. Muchas han sido las vicisitudes que el pueblo chicharrero ha pasado a lo largo de su historia, pero por la proximidad en el tiempo no podemos dejar de mencionar la profunda crisis económica en la que nos sumimos al inicio de la presente década.Una crisis que, como ocurrió en todo el Estado, removió los cimientos de la misma sociedad, hundió el empleo y obligó a duros recortes en la prestación de servicios públicos.
Afortunadamente, lo peor ha pasado y Santa Cruz está saliendo fortalecida de esa recesión, recuperando el empleo perdido y, además, haciéndolo con mayor intensidad relativa que otros municipios e islas. Esa circunstancia revela la creciente fortaleza del factor capitalino, que se viene traduciendo en unas buenas cifras económicas, especialmente en materia de contrataciones laborales.
Santa Cruz se siente capital y durante estos años de necesidad hemos hecho virtud de esa condición, que ha actuado como fuerza motora para impulsarnos hacia delante. Para superar los obstáculos del camino y prepararnos para un futuro que miramos hoy con moderado optimismo, pero con mucha esperanza. Estamos en disposición de abrir otro capítulo de nuestra historia y de asumir nuevas responsabilidades como líderes de esta parte del Atlántico Medio. Desde el Ayuntamiento estamos trabajando día a día para que esas nuevas posibilidades, esas oportunidades que se avizoran en el camino se conviertan en certezas y se traduzcan en un mayor bienestar para todos los chicharreros y tinerfeño
Lo hacemos, además, en cooperación continua con los representantes de nuestros sectores productivos, de nuestros colectivos cívicos, de organizaciones profesionales? en definitiva, con todos los que compartimos ciudad.
Porque fuimos, somos y seremos capital. Esa condición obliga.