27.01.2018. Redacción / Opinión
Por: Paco Pérez
pacopego@hotmail.com
Con el tan traído y llevado asunto de la reforma de la ley electoral canaria, el líder del Partido Popular en las Islas, Asier Antona --que también es partidario de rebajar los porcentajes insulares y regional para participar en el reparto de escaños-- debe andarse con mucho ojo, porque si las fuerzas partidarias de esa reforma (PSOE, Podemos, NC y Ciudadanos) no convencen a Coalición Canaria y a la ASG de que es lo más conveniente por pureza y transparencia democrática, el líder conservador palmero puede quedarse con el culo al aire, en caso de que el debate se traslade al Congreso de los Diputados y los "peperos" del grupo parlamentario se opongan a retocar la ley electoral canaria, por sugerencias de doña Ana Oramas a don Mariano Rajoy, que parecen vivir un idilio por interés mutuo.
He oído las últimas declaraciones de Antona Gómez al respecto, en las que muestra su asombro por el hecho de que la reforma estatutaria se lleve finamente a cabo en el palacio de la madrileña Carrera de San Jerónimo y no en las instalaciones legislativas de la Cámara autonómica, en Santa Cruz de Tenerife.
Si Oramas lograse persuadir a los dirigentes de Génova 13, Asier quedaría desautorizado por el PP estatal y no tendría otra salida que dimitir como parlamentario autonómico y como número uno de su partido en el Archipiélago, lo cual no creo que llegue a producirse, entre otras cosas porque PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos suman más votos que todo el grupo parlamentario popular y el de la única representante de CC en el Congreso.
No estaría mal, en cualquier caso, que el presidente regional del PP vaya advirtiendo a doña Soraya Sáenz de Santamaría y a sus compañeros de partido en Madrid sobre esta circunstancia, para que no le dejen en paños menores, ahora que hace mucho frío.
Penosa la postura que mantienen Coalición Canaria y la "Aseregé" de Casimiro Curbelo, que quieren mantener los porcentajes actuales para entrar en el reparto de escaños dispuestos por el sistema D'Hont, porque saben que si las cifras se rebajan van a perder varios representantes en la Cámara autonómica en las próximas elecciones. Sobre todo para CC, tal y como está el horno, cuyos representantes saldrían chamuscados si se celebrasen unos comicios regionales de una forma más democrática y participativa.