02.06.2019 | Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
pacopego@hotmail.com
Dicen que pueblo chico es igual que un infierno grande, y en esta Isla hay una serie de periodistas , muchos de ellos sin estudios universitarios, que se han dedicado a hacerse ricos aprovechándose de la clase política en general y de determinados altos cargos públicos, que hasta ahora han sido referentemente de Corrupción Canaria.
Entre esos "periodistas" hay dos goditos que son compadres, que vinieron a las Islas en plan conquistadores hace ya unos cuantos años. Uno de ellos, procedente de Navarra, ha tenido más cargos públicos que goles ha metido Messi en esta Liga (todos ellos por enchufes directos de CC) y el otro, un impresentable de Madrid que tiene una editorial a través de un testaferro, que le ha vendido miles de libros de muy mala calidad a muchas instituciones y que suele asistir como "enteradillo" a los debates políticos que organiza la TV pública canaria.
También pulula por esos ambientes un andaluz que se ha hecho rico extorsionando a empresarios isleños y recogiendo sobres de dinero, cobrando entrevistas en radio y televisión y haciéndole la pelota a quien se cruce en su camino, con el fin de obtener considerables cantidades de dinero que, por cierto, no declara a Hacienda, porque su moral es endeble, a pesar de que presume de su honestidad y de ser un ciudadano trabajador y honrado.
Por no hablar, también, de una especie de showman que se dedica a dirigir un canal privado de television muy cutre, de baja estofa, que saca dinero de debajo de las piedras y que no paga a algunos de sus empelados, que tiene grandes deudas con Hacienda y al que, en los próximos meses, me han asegurado, la Justicia enviará una temporada al "hotel" Tenerife 2, sito en La Esperanza, donde le hará compañía a un antiguo amigo suyo, interno en esa prisión.
Y me voy a referir, por último, a los dos parejitas de hermanos que también han ganado mucho dinero de forma no muy regular, que digamos. El dúo al que todos conocen como los Zipi y Zape, que se han aprovechado (y de qué manera) de sus íntimas y peligrosas amistades con algunos políticos, y de otro dúo familiar que controla, distribuye, imprime, cobran y hacen todo tipo de negocios desde un determinado ayuntamiento tinerfeño, controlado hasta ahora, cómo no, por Corrupción Canaria.
No quiero seguir escribiendo sobre este asunto, ni voy a dar nombres, porque no es mi estilo, pero todo lo que en estas líneas he expuesto es la verdad pura y dura. Aquí nos conocemos todos...