06.06.2018. Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
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Se suceden los cambios políticos en nuestro país y ya se saben los nombre de algunos ministros, al menos los que ocuparán las principales carteras, con carmen Calvo como vicepresidenta e Igualdad, el veterano Josep Borrell en Asuntos Exteriores, la andaluza María Jesús Montero en Hacienda; el fontanero socialista José Luis Ábalos en Fomento y la catalana y "rebelde" Meritxell Batet para Administración Territorial y, por tanto, encargada de intentar solucionar el enquistado problema del "procès independentista". A todos ellos hay que añadir a la magistrada y jurista Margarita Robles, que podría ser ministra de Justicia o, incluso, de Interior. Este será el núcleo duro del gabinete de Pedro Sánchez.
Con independencia de la ideología que podamos tener, es cierto que se agradece ver caras nuevas y alguna vieja como Borrell o Calvo, que no fueron precisamente malos ministros en etapas pretéritas. Muchos ciudadanos estábamos hasta la coronilla de ver a Cristóbal Montoro en su papel de Drácula inmisericorde y de oír un día sí y otro también a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, la niña empollona y repulsiva de la clase, verdadero "cerebro" de los gobiernos rajoyanos.
Dure o no mucho tiempo este nuevo Gobierno, por lo menos se respira aire nuevo en esta España siempre tan convulsa y veremos en qué puede progresar el país en el breve período de tiempo que habrá hasta la convocatoria de nuevas elecciones, que serán a su debido tiempo, a pesar de que gran parte de la ciudadanía preferiría una inminente llamada a las urnas.
En estos días históricos de la más larga etapa democrática española, cabe resaltar la despedida definitiva de la política de Mariano Rajoy, un hombre serio y consecuente al que, por desgracia, no le acompañó la suerte.
Emocionantes palabras de adiós de este presidente que hizo lo que pudo y lo que le dejaron y que supo afrontar una grave crisis económicas, aunque con recetas muy impopulares, porque sacrificó a millones de españoles y casi termina con la estable clase media que siempre tuvo este país.
Se ha acabado un ciclo y Rajoy ha sabido interpretarlo dejando voluntariamente la presidencia del Partido Popular. Todo parece indicar que será Núñez Feijoó, el actual presidente de la Xunta de Galicia, quien suceda a su paisano al frente del ahora primer partido de la oposición. Menos posibilidades parece tener doña Soraya, quien tiene enfrente a la secretaria general de los populares, María Dolores de Cospedal. Casi nadie la señora.