05.03.2018. Redacción / Opinión
Por: Paco Pérez
pacopego@hotmail.com
Ha muerto, a los noventa años de edad nuestro querido amigo don Eloy Díaz de la Barreda, un auténtico caballero, destacado director teatral, conductor de diversos programas radiofónicos y alto funcionario del Cabildo Insular de Tenerife, donde ejerció durante muchos años como jefe de Protocolo de la institución.
El señor Díaz de la Barreda fue un referente cultural en la segunda mitad del siglo XX, tanto en las Islas como en la Península Ibérica. En Madrid se desenvolvió entre la intelectualidad de la época, era un asiduo asistente a las tertulias del famoso Café Gijón.
En Tenerife dirigió numerosas obras teatrales y fue un destacado miembro del centenario Ateneo de la Laguna, en los tiempos de los hermanos García-Ramos y Fernández del Castillo, Alberto de Armas, Patricio Olivera y más tarde con Juan Manuel García Ramos, Aurelio González, Juan Pedro Castañeda, Belén Castro Morales, entre muchos otros.
Hombre de vasta cultura, don Eloy fue un hombre que dedicó su vida al Teatro, con mayúsculas, y era un conocedor extenso de la historia de las artes escénicas.
Le conocí en mi etapa de periodista en "El Día", como informador de las cosas que sucedían en el Cabildo, en los años ochenta, y, desde entonces, siempre mantuve una relación cordial con este hombre de bien, con un extraordinario y socarrón sentido del humor.
Disfruté enormemente paseando y hablando de lo humano y lo divino cuando nos encontrábamos por las calles del casco lagunero y paseábamos juntos. Él fue quien, en una ocasión, me dijo que "la vida es en realidad una obra de teatro".
Descanse en paz el querido amigo. La noticia de su muerte ha sido muy sentida en La Laguna y todo Tenerife, por la categoría humana de don Eloy, un referente cultural en Canarias.