Me encanta escribir.

24.07.2017. Redacción / Opinión.

Por: Laura Zerpa Sánchez

Cuando tenía 10 o 12 añitos comencé a escribir, casi por casualidad. Un día, no recuerdo muy bien cómo ni por qué, cogí el boli y el papel y me decidí a escribir.

No tenía nada pensado, lo cierto es que fue todo muy espontáneo pero, sorprendentemente, sentí un gran alivio y una estupenda sensación de calma al plasmar en el papel todo aquello que sentía en ese momento.

Hoy, casi 10 años después de mis comienzos con el boli y el papel, sigo escribiendo con las mismas ganas y la misma pasión. Sí, es cierto que no escribo igual ni trato los mismos temas. Espero que estos años me hayan servido para mejorar y encontrar mi propio estilo. No sé si lo hago bien, mal o regular, pero sé que en la mayoría de los casos estoy satisfecha de lo que creo con mis manos y mi mente, y creo que eso es lo que de verdad importa ya que la escritura es un arte y todo arte tiene un aspecto muy subjetivo.

No son muchos los que leen mis escritos, tengo un blog público y no recibo muchas visitas, pero la verdad es que eso no me importa demasiado, porque siempre he dicho que yo escribo por y para mí, en primer lugar, y si luego hay personas que me leen y les gusta lo que hago pues mejor que mejor.

Desde muy joven he soñado con ser escritora, aunque la realidad es que, a no ser que seas muy muy buena y publiques un bestseller que deje K.O. a la competencia, hoy en día es muy complicado vivir de la escritura, por desgracia. Aunque siempre queda la opción de ser columnista, redactora, correctora o creadora de contenidos. Aunque sea algo adicional a tu desempeño profesional.

Sería maravilloso que la gente leyera más, que los libros fueran más asequibles, que se hicieran más ferias y que hubiera muchas más ayudas para los nuevos autores que quieren hacerse un hueco en este mundo. Pero por desgracia las cosas no son tan fáciles y tan bonitas y aquí sigo yo, posponiendo el sueño de publicar mi propio poemario y presentándome a todos los concursos literarios que puedo mientras tanto.

Me gusta escribir, me encanta deleitarme buscando palabras que rimar, jugando con el orden de las oraciones y usando recursos estilísticos para combinar los versos a mi antojo en cada poema.

Me gusta escribir, encontrar un tema que despierte mi curiosidad, buscar información para ampliar mis conocimientos y poder elaborar un buen artículo de opinión de forma fundamentada.

Me encanta escribir porque cuando lo hago puedo plasmar todo aquello que siento jugando con el rico vocabulario que nos ofrece la lengua española.

Considero que se trata de un arte, íntimo y público al mismo tiempo. Hay personas que escriben en secreto, en silencio, para sí mismos. Hay otros que lo hacen para el resto.

Sea como sea, mediante la escritura, uno encuentra una forma perfecta de desahogo.

La escritura nos ayuda a comunicarnos con mayor facilidad, nos ayuda a enriquecer nuestro lenguaje y a adquirir una mayor capacidad de improvisación y de toma de decisiones.

La escritura nos ayuda a aprender, a mejorar nuestra capacidad de análisis crítico con el mundo que nos rodea.

La escritura nos ayuda a recordar las cosas importantes, a tomar diferentes perspectivas sobre nuestros propios sentimientos, a calmarnos en momentos de estrés, a ser más positivos y superar mejor las situaciones difíciles.

Escribir también nos ayuda a organizar nuestra mente y aclarar nuestra memoria.

Todo son ventajas.

Podemos escribir cualquier cosa, desde pequeños versos hasta poemas eternos, desde pequeñas oraciones hasta grandes artículos de opinión. Sobre cualquier tema que nos interese o nos inquiete.

¿El límite?

Nuestra propia imaginación.

En resumen, escribir es un hábito sumamente recomendable para todo el mundo, es una actividad bastante relajante y enriquecedora que cualquiera puede realizar sin necesidad de invertir una gran suma de dinero. Sólo necesitamos boli, papel (o pantalla y teclado) y una pizca de inspiración.

Me encanta escribir

 

Cuando tenía10 o 12 añitos comencé a escribir, casi por casualidad. Un día, no recuerdo muy bien cómo ni por qué, cogí el boli y el papel y me decidí a escribir.

No tenía nada pensado, lo cierto es que fue todo muy espontáneo pero, sorprendentemente, sentí un gran alivio y una estupenda sensación de calma al plasmar en el papel todo aquello que sentía en ese momento.

Hoy, casi 10 años después de mis comienzos con el boli y el papel, sigo escribiendo con las mismas ganas y la misma pasión. Sí, es cierto que no escribo igual ni trato los mismos temas. Espero que estos años me hayan servido para mejorar y encontrar mi propio estilo. No sé si lo hago bien, mal o regular, pero sé que en la mayoría de los casos estoy satisfecha de lo que creo con mis manos y mi mente, y creo que eso es lo que de verdad importa ya que la escritura es un arte y todo arte tiene un aspecto muy subjetivo.

No son muchos los que leen mis escritos, tengo un blog público y no recibo muchas visitas, pero la verdad es que eso no me importa demasiado, porque siempre he dicho que yo escribo por y para mí, en primer lugar, y si luego hay personas que me leen y les gusta lo que hago pues mejor que mejor.

Desde muy joven he soñado con ser escritora, aunque la realidad es que, a no ser que seas muy muy buena y publiques un bestseller que deje K.O. a la competencia, hoy en día es muy complicado vivir de la escritura, por desgracia. Aunque siempre queda la opción de ser columnista, redactora, correctora o creadora de contenidos. Aunque sea algo adicional a tu desempeño profesional.

Sería maravilloso que la gente leyera más, que los libros fueran más asequibles, que se hicieran más ferias y que hubiera muchas más ayudas para los nuevos autores que quieren hacerse un hueco en este mundo. Pero por desgracia las cosas no son tan fáciles y tan bonitas y aquí sigo yo, posponiendo el sueño de publicar mi propio poemario y presentándome a todos los concursos literarios que puedo mientras tanto.

Me gusta escribir, me encanta deleitarme buscando palabras que rimar, jugando con el orden de las oraciones y usando recursos estilísticos para combinar los versos a mi antojo en cada poema.

Me gusta escribir, encontrar un tema que despierte mi curiosidad, buscar información para ampliar mis conocimientos y poder elaborar un buen artículo de opinión de forma fundamentada.

Me encanta escribir porque cuando lo hago puedo plasmar todo aquello que siento jugando con el rico vocabulario que nos ofrece la lengua española.

Considero que se trata de un arte, íntimo y público al mismo tiempo. Hay personas que escriben en secreto, en silencio, para sí mismos. Hay otros que lo hacen para el resto.

Sea como sea, mediante la escritura, uno encuentra una forma perfecta de desahogo.

La escritura nos ayuda a comunicarnos con mayor facilidad, nos ayuda a enriquecer nuestro lenguaje y a adquirir una mayor capacidad de improvisación y de toma de decisiones.

La escritura nos ayuda a aprender, a mejorar nuestra capacidad de análisis crítico con el mundo que nos rodea.

La escritura nos ayuda a recordar las cosas importantes, a tomar diferentes perspectivas sobre nuestros propios sentimientos, a calmarnos en momentos de estrés, a ser más positivos y superar mejor las situaciones difíciles.

Escribir también nos ayuda a organizar nuestra mente y aclarar nuestra memoria.

Todo son ventajas.

Podemos escribir cualquier cosa, desde pequeños versos hasta poemas eternos, desde pequeñas oraciones hasta grandes artículos de opinión. Sobre cualquier tema que nos interese o nos inquiete.

¿El límite?

Nuestra propia imaginación.

En resumen, escribir es un hábito sumamente recomendable para todo el mundo, es una actividad bastante relajante y enriquecedora que cualquiera puede realizar sin necesidad de invertir una gran suma de dinero. Sólo necesitamos boli, papel (o pantalla y teclado) y una pizca de inspiración.

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