Luchar por los que más lo necesitan

03.03.2019 | Redacción | Opinión

Por: Casimiro Curbelo

Presidente del Cabildo de La Gomera y Portavoz de ASG en el Parlamento de Canarias

Nuestra sociedad insular es ineficiente en el reparto de riqueza. Lo sabemos. La redistribución a través de los salarios es de las más bajas de España. Y en tanto conseguimos cambiar esa inaceptable realidad, es necesario que ayudemos a las familias a través de un esfuerzo suplementario de las administraciones públicas. Una sociedad que no atiende a sus mayores no merece llamarse así. Un país que no lucha por las personas que están en situación de pobreza o de exclusión social, es un país fracasado. Un pueblo que no trabaja para que todos sus habitantes disfruten de la misma calidad de vida y de servicios, está equivocando su camino.

Existe la percepción en la gente de que cuando llegan las elecciones, los políticos se dedican a inaugurar obras y a hacer todo lo que no habían hecho en los cuatro años de su mandato. Como si les entraran prisas para que se viera que han hecho algo. No voy a negar yo que eso les pase a algunos y algunas, pero la realidad hoy en día, con las garantías y tutelas que existen en las administraciones públicas, es que para poder hacer algo hay que pasar por un largo calvario de trámites que a veces desesperan a los que están fuera, a los ciudadanos y empresas, y a los que estamos dentro de la gestión de los asuntos públicos.

El Cabildo de La Gomera ha presentado estos días el inicio de las obras del nuevo Centro Sociosanitario de nuestra isla, un proyecto que supondrá una inversión de más de trece millones de euros y que creará 185 plazas para personas mayores que necesitan atención especializada. Y que vendrá a sumarse a las 101 plazas que ya tiene nuestra isla. Es un proyecto del que nos sentimos especialmente orgullosos. Pero mucho más porque la Agrupación Socialista Gomera ha promovido, con otras fuerzas políticas, un cambio de mentalidad en Canarias.

Los planes del Gobierno de Canarias prevén la creación en los próximos años de cinco mil plazas sociosanitarias en las islas. Y este plan de atención a los mayores es la demostración de que algo está cambiando en la percepción de la sociedad que se ha tenido hasta ahora. Canarias, durante muchos años, ha basado sus estrategias de actuación pública en el desarrollo económico y las infraestructuras necesarias para que eso se produzca. Y está bien, porque si no hay riqueza no hay posibilidad de recaudar impuestos para dedicarlos a actuaciones sociales. Pero, para nosotros, ese tránsito entre los recursos que se obtienen y su inversión en la sociedad tiene que dirigirse de forma prioritaria a los sectores más necesitados, a las personas más vulnerables.

Nosotros hemos contribuido de forma decisiva a esa mentalización. Lo hemos hecho defendiendo que en Canarias existen islas de dos velocidades. O lo que es lo mismo, canarios que tienen peores condiciones para disfrutar de una misma calidad de vida. Hemos defendido la necesidad de establecer políticas especiales que discriminen positivamente a las personas que viven en islas con menor desarrollo económico, con mercados más pequeños y con mayores sobrecostos producidos por la doble insularidad. Y al mismo tiempo, hemos defendido que existen en la sociedad de Canarias amplias bolsas de personas que necesitan una atención especial, como los parados de larga duración, las familias sin ingresos, las que se encuentran al borde de la exclusión social o las personas mayores que están siendo abandonadas a su suerte sin que las administraciones públicas se preocupen por garantizarles una vejez digna.

El plan de creación de residencias para mayores es una respuesta a esa lucha. De forma muy intensa, desde que salimos de la terrible crisis económica, los gobernantes están dirigiendo su mirada hacia las personas menos favorecidas. Por primera vez --en términos de esfuerzo presupuestario-- las transferencias de riqueza se están destinando de forma prioritaria hacia los más desvalidos. Por supuesto que hay que crecer, pero más importante que el crecimiento económico en sí es que el producto de esa riqueza alcance de verdad a quienes más lo necesitan.

Nuestro esfuerzo por conseguir por una Sanidad más justa, más equitativa, que potencie su presencia en las islas no capitalinas y garantice la misma atención que la que se recibe en las grandes islas de Canarias, no ha terminado. Pero ha obtenido sus primeros frutos. Hemos conseguido mejorar la conectividad y las infraestructuras de nuestra isla. Pero es igual de prioritario que demos a nuestros ciudadanos una vida digna y feliz. Ese es el camino que empezamos hace cuatro años. Hoy no tenemos ninguna cinta que cortar, porque para nosotros, las elecciones se celebran todos los días durante cuatro años.

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