24.11.2019 | Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
pacopego@hotmail.com
Si hasta ahora se creía que lo más recomendable era hacer cinco pequeñas comidas al día (desayuno, a media mañana, almuerzo, merienda y cena), las últimas tendencias en nutrición apuestan por la llamada fórmula 16:8, que no es otra cosa que ayunar de forma intermitente durante 16 horas seguidas y hacer dos o tres ingestas de alimentos en el intervalo de las ocho horas restantes.
Esta es la versión de ayuno intermitente más extendida hoy en día, conocida y practicada por muchos famosos, que lo han contado en las redes sociales y que parece tener mucho éxito para bajar de peso y ser muy saludable para nuestro metabolismo. Se ayuna durante 16 horas seguidas de las 24 que tiene el día y se come durante las ocho restantes. Para ello, por ejemplo, se tiene que cenar a las siete de la tarde y no comer nada hasta las once de la mañana del día siguiente.
Aunque nos parezca mentira, esta opción es la que ahora defienden los expertos en nutrición, que afirman que los animales pueden sobrevivir a períodos sin alimentarse y que nuestro sistema nervioso, nuestro metabolismo, las hormonas y el sistema muscular y el esqueleto se adaptan para realizar las funciones corporales normales sin necesidad de comer durante un período de tiempo más o menos largo.
Hace ya cierto tiempo, tuve referencias de un conocido que pesaba más de 130 kilos y que logró bajar más de cuarenta dejando de cenar durante dos años, y lo que en su momento se creyó que era un auténtico disparate, es lo que se viene recomendado ahora.
Parece que no se trata de una moda pasajera y que lo mejor para nuestro organismo es ayunar durante dos terceras partes del día y hacer dos o tres comidas en ocho horas.