Lilibet, la última víctima de la violencia machista.

04.11.2017. Redacción / Opinión.

Por: Paco Pérez

pacopego@hotmail.com

Lilibet es la última victima de la violencia machista en nuestro país en donde, solo este año han sido asesinadas por sus parejas nada más y nada menos que cuarenta y ocho mujeres.

Lili, como todos sus amigos y vecinos la conocían, era una joven cubana, natural de Holguín, que la víspera de su vigésimo octavo cumpleaños perdió la vida, tras ser estrangulada por su marido, José Antonio, también de nacionalidad cubana.

El suceso ha ocurrido estos días en el Sur de Tenerife, más concretamente en el domicilio conyugal, situado en el numero cincuenta y dos de la calle Tenerife del núcleo de El Fraile, un barrio de Arona que acoge a miles de emigrantes procedentes de los más diversos orígenes, desde Venezuela o Cuba hasta Paquistán, Marruecos o distintos países subsaharianos..

Por lo que parece, la pareja discutió la madrugada del miércoles y el luctuoso balance ya lo conocen ustedes. Lili, que se había graduado en Medicina en su país, estaba trabajando en esta Isla en una gasolinera, a la espera de que le convalidaran su título las autoridades académicas españolas. Se sentía a gusto aquí --junto a su pequeño hijo--, no tanto así su marido, diecisiete años mayor que ella y hombre muy celoso.

No se saben, por ahora, los motivos que provocaron la discusión, pero nunca una diferencia de criterios debe acabar con la vida de una persona. Las personas tenemos que ser enemigos de la violencia y debe preocuparnos esta lacra inacabable de homicidios de mujeres cometidos por sus parejas.

No existe justificación alguna para acabar con la vida de nadie y si les digo la verdad, amables lectores, ojalá este individuo pase muchos años a la sombra, encerrado entre rejas, si se demuestra que él fue el autor de este execrable crimen, como todos los "hombres" que asesinan a sus cónyuges.

No hay motivo alguno para matar a nadie y no parece comprensible que en este país tan surrealista cuarenta y ocho mujeres hayan perdido la vida este año por culpa de unos desalmados agresivos y violentos, unos seres descerebrados y machistas que denigran al resto de las "personas humanas". ¡Qué pena y qué rabia tan grande¡

No te merecías este final, Lili. Ni tú, ni nadie. Descansa en paz, mi niña

pacopego@hotmail.com

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