05.04.2018. Redacción | Opinión
Por: Rafael J. Lutzardo Hernández
Los medios de comunicación y especialmente las revistas del corazón, ya tienen tema para rato con la conducta protocolaria de la Reina Doña Letizia ante los Reyes eméritos, Don Juan Carlos y Doña Sofía. La desagradable noticia de la Casa Real no se hizo esperar y las redes sociales, al igual que lo hicieran en otra época los indoeuropeos, se hicieron eco y en cuestión de segundos invadieron y colapsaron todos los programas que conlleva Internet.
Es por ello, que las imágenes de la pelea entre la Reina Sofía y la Reina Letizia a la salida de la misa de Pascua celebrada el pasado domingo en la Catedral de Palma de Mallorca han dado la vuelta al mundo y como no podía ser de otra manera se han convertido en el blanco de las burlas de las redes sociales.
Yo no sé los problemas internos que tiene la familia real española, ni me interesan; pero lo que si tengo muy claro es que el numerito que montó la Reina Letizia con los Reyes eméritos, Juan Carlos y Doña Sofía, deja mucho que desear. Precisamente, la que tiene que dar ejemplo por su condición de Reina, esposa del Rey Felipe VI y Reina de todos los españoles; es la que rompe con todos los esquemas protocolarios de una Reina.
Un espectáculo, que ha servido para ser noticias informativas en todos los medios de comunicación en Europa. Lo siento, pero tengo que reconocer que mi Reina sigue siendo Doña Sofía y mi Rey, Don Felipe VI. Los numeritos hay que dejarlos en casa y hay que saber respetar al pueblo español y a su bandera. Si la Reina Letizia no está preparada para ser Reina no es culpa del pueblo español, pues no fue elegida por la soberanía del pueblo democrático.
No podemos ser noticia negativa en mundo precisamente por quiénes representan una monarquía... un pueblo... un país. Al igual que yo, muchos españoles estamos desencantados, tristes y avergonzados por la forma de conducta de la Reina Letizia.
Reina Letizia; flaco favor le has hecho a los tuyos y al pueblo español con tu forma de proceder. Te has granjeado la antipatía de millones de españoles, pero más que eso: siento mucha pena por la gran oportunidad que has perdido al perder la confianza y admiración de muchas personas que sentimos, amamos el lugar y el país donde reducimos como es España.