22.06.2024 | Redacción | Opinión
Por: Rafael J. Lutzardo Hernández
Cada vez me convenzo más que practicar la escritura y refugiarme en ella me sirve como terapia a la hora de poder afrontar cualquier problema que pueda afectar a mi salud. De nada sirve quejarme si no busco alternativas para que mi vida sea más tranquila y saludable, especialmente cuando se trata de intentar buscar las herramientas útiles que me permitan hacer frente a los problemas contraídos. Es por ello, que no descubro nada nuevo si digo que la pandemia dejó una huella imborrable de por vida en todos nosotros. Sinceramente, no comprendo muchas cosas de lo ocurrido. Lo cierto es, que después de las vacunas, que salvaron millones de vidas, según los especialistas dedicados a la ciencia de la medicina, muchas han sido y siguen siendo, las múltiples y variadas enfermedades que han venido apareciendo en muchas personas en todos los rincones del mundo.
Sin duda, el mundo cambió con la tan terrorífica pandemia de la Covid-19. En realidad no sé de donde salió ni quién la llevo a cabo. Eso queda en los archivos secretos de estados. Mientras tanto, y tras esa 'limpia" humana que dejó la Covid-19, la vida en el planeta tierra sigue su curso natural. Es lógico, los que estamos vivos no podemos pararnos, acomodarnos y verlas venir. Todo lo contrario, ahora es cuando tenemos que seguir luchando para poder seguir viviendo en este escenario terrestre. Por si fuera poco, ahora no sólo tenemos que luchar por vivir con calidad de vida y por todos aquellos compromisos y proyectos que tenemos como objetivos prioritarios. También, por las múltiples y variadas enfermedades que vienen produciéndose en nuestros cuerpos. ¿Nos les parece todo muy raro? El tiempo dirá si fue niño o niña.
Por otro lado, sigo pensando que el futuro de mi vida está en las manos del sistema. Ellos, nuestros gobernantes, son los que tienen las 'llaves' de nuestra estabilidad para seguir con cierta calidad de vida en este mundo, salvo las que las propias leyes de la naturaleza por fuerza nos tienen que dar. ¿Nuestras vidas dependen de los sistemas políticos? Sí. Ustedes dirán o pensaran que es una tontería, pero nada más lejos de la realidad. Por ejemplo: ¿es lo mismo nacer en un país tercer mundista que en un país del primer mundo? No, verdad. Sin duda, la existencia del ser humano en este escenario terrestre es muy compleja. Me explico. Nadie que estemos vivos en este planeta tierra lo tenemos fácil para encontrar un futuro estable y que nos haga felices. Muchas son las pruebas y dificultades que nos pone la vida, pero también las leyes creadas por el ser humano. Esa búsqueda normal de personas con aspiraciones y ambiciones sanas, no vienen sola. Nadie nos regala nada. Es por ello, que la vida requiere de luchas constantes y sacrificios, muchas de ellas, pagadas muy caras con nuestras propias vidas. Por lo tanto, la suerte no siempre viene sola. También hay que buscarla.