¿La primavera la sangre altera..?

24.03.2017. Redacción / Opinión

Por: Mari Carmen García Mora

Psicóloga Sanitaria

Colegiada T-1412

El pasado martes entramos en primavera, a partir del equinoccio del 21 de marzo, el día iguala a la noche. Precisamente por ello, durante los seis meses siguientes la luz del día será quien domine en nuestras vidas: los días se alargan, y con ello las horas de sol.

Este cambio de estación nos afecta de maneras diferentes.

Con el aumento de las horas de luz disminuye la producción de melatonina: la que regula el sueño, los estados de ánimo, el apetito y la sexualidad. Es esta alteración del sueño la que puede provocar que aparezcan más trastornos de ansiedad en esta estación. La luz solar incide directamente en el humor, el nivel de estrés y hasta la fertilidad del ser humano.

Además, la estación «de las flores» favorece la secreción de feromonas, oxitocina, dopamina y noradrenalina. Estas se encargan de atraer a otros seres vivos de la misma especie y que influyen directamente en el estado de ánimo. Por eso estamos más enérgicos, con ganas de hacer cosas y de salir y relacionarnos.

Por todo ello es normal que en esta època nos sintamos alterados, revolucionados. Somos seres en contacto con la naturaleza y aunque vivamos en ciudades y no nos demos cuenta del cambio, nos afecta de la misma manera.

También es verdad que, con los efectos del cambio climático, el tiempo está más revuelto y ahora mismo puede que haga más frio que en meses de invierno, pero como hemos dicho, es el aumento de horas de luz el que provoca este cambio. Este aumento hace que queramos dejar de “hibernar” y salir a la calle llenos de energía.

Pero no a todo el mundo le afecta de igual manera la llegada de esta estación y, junto a los que sienten esta euforia primaveral, también nos encontramos a los que se ven afectados por su cara más negativa, que causa en los que la sufren fatiga, falta de energía o incluso insomnio. Se trata de la temida 'astenia primaveral'.

La astenia primaveral no es una enfermedad. Se trata de una adaptación del cuerpo a los cambios de temperatura y humedad. Muchas personas tienen más problemas para adaptarse a estos cambios y aparecen síntomas como tristeza, irritabilidad, falta de concentración, menos apetito, menor libido y baja tensión. Pero la buena noticia es que se trata de una situación transitoria, que dura solo un par de semanas y que como llega se va.

No hay que hacer nada en especial en estos casos. No hace falta tomar medicamentos o acudir al médico. Quizás tengamos que descansar más y tener paciencia. Como siempre, si vemos que la situación se alarga o realmente no podemos con la situación, lo mejor es acudir al médico de familia y consultar los síntomas.

La primavera, por otro lado, es una de las peores épocas del año para los alérgicos, ya que, debido al proceso de polinización de las plantas, hay más cantidad de polen en el ambiente. Es normal que las personas con alergia estén más irritables o deprimidas en esta época.

Y el cambio de hora que también nos afecta se hace a principios de primavera.

O sea, tenemos muchos factores en estos días que nos pueden afectar tanto físicamente como psicológicamente. Estos cambios pueden ser positivos y sentirnos llenos de energía y proyectos. Y pueden ser negativos, y sentir que el mundo se nos cae encima. Sea como sea, la adaptación será rápida, en cuestión de días podemos estar equilibrados. Importante es que seas consciente, que sepas que suceden de manera natural y no te preocupes demasiado.

Con la primavera
Viene la canción,
La tristeza dulce
Y el galante amor.

Con la primavera
Viene una ansiedad
De pájaro preso
Que quiere volar.

José Martí

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María del Carmen García Mora

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