28.10.2021 | Redacción | Opinión
Por: Elena Sanz
Artículo publicado en The Conversation
En 2020, la pandemia de COVID-19 desplazó completamente la actividad de la gripe en todo el mundo. En la temporada 2020-2021 hubo una actividad que podríamos considerar testimonial, seguramente porque las medidas de distanciamiento social implantadas por la pandemia frenaron la circulación del virus. ¿Pero qué ocurrirá este otoño-invierno?
Es difícil saberlo. Los primeros datos apuntan a que sobre todo circula el virus de la gripe tipo A, con claro predominio del subtipo A/H3, que es el que más capacidad de mutar tiene. Interesa caracterizar genética y antigénicamente los primeros virus de la temporada epidémica 2021-2022 con precisión para preparar la siguiente vacuna, como explican Inmaculada Casas y sus colegas del Instituto de Salud Carlos III en The Conversation.
Lo que nadie discute es que la temporada gripal que acaba de comenzar deberá ser analizada detenidamente e incluir otros virus respiratorios, integrando la vigilancia universal de SARS-CoV-2. El sistema sanitario español, que tantas felicitaciones ha recibido recientemente por su éxito con la vacunación de la covid-19, se enfrenta ahora a otro reto importante: reducir el número de hospitalizaciones y fallecimientos asociados a la gripe.
Salud,