Juan Ramón Tosco Lorenzo: un corredor de fondo de la vida

08.12.2018. Redacción | Opinión

Por: Rafael J. Lutzardo Hernández

Le he conocido casi cerrando el año 2018. Se llama Juan Ramón Tosco Lorenzo. Una vez más, la vida me ha regalado la amistad de otro ser excepcional como es Juan Ramón Tosco Lorenzo. Un ser humano sensible, lleno de valores y comprometido con los más desfavorecidos. Un luchador de la vida que le caracteriza ser un joven y valiente gladiador. Sin embargo, y como toda persona que se caracteriza por ser buena, honrada y solidaria, siempre hay personas que le critican, le condenan y le juzgan, pero con ello hay que contar, pues no somos lingotes de oro para gustar a todo el mundo. Un ser humano comprometido y entregado en todos aquellos proyectos que se ha propuesto. Es por ello, que Juan Ramón Tosco ha colaborado con fundaciones como Cadoen y Arco Iris, junto con el Banco de Alimentos, niños discapacitados (Fran Orula), concejalías de Deportes y ayuntamientos. También, en eventos regional de Fútbol Canarias de las murgas más representativas adultas del Archipiélago canario.

Sinceramente, me descubro cuando veo que todavía quedan personas buenas en este competitivo mundo. Un mundo, desigual e injusto, pero que así lo genera el ser humano. Ni que decir tiene, que en cada hogar, en cada familia, en cada ser humano, hay una historia. Algunos las cuentan. Otros, se las llevan a sus respectivas tumbas. Nadie esta exento de críticas y de reconocimientos. Ninguno somos perfecto, pero también es verdad que muchos de ellos/as intentan aprender de sus propios defectos y errores. Es por ello, que este joven amigo merece todos mis reconocimientos, elogios y admiración por su gran sensibilidad y compromisos cuando alguien le pide ayuda humanitaria. El mundo del espectáculo del Carnaval de Tenerife, así como el de Gran Canaria, tienen la suerte de contar con este corredor de fondo de la vida, pues no en vano, y desde hace muchos años, siempre estuvo vinculado con las murgas de nuestro carnaval chicharrero. Y no menos, con su propio Festival de Habaneras, donde ha sido pionero y fundador en Las Caletillas.

Juan Ramón Tosco Lorenzo viene de una familia humilde, de cinco hermanos, uno de ellos ya fallecido. Casado con su mujer, Lina, persona que desde el primer momento ha sido su columna vertebral. Padre un hijo, Erik Tosco. El dolor también invadió el corazón de este hombre, falleciendo hace nueve meses un ahijado suyo (Edu Londoño Montoya). Ese dolor, y en homenaje a su ahijado, le ha hecho ser aún más solidario con las personas más necesitadas. Entregado a las causas más justas sin regatear en esfuerzos, luchas y entregas, Juan Ramón Tosco Lorenzo insiste en darlo todo por aquellos compromisos de solidaridad entre los sectores más desfavorecido de la sociedad canaria.

Hombre de un carisma especial en el Carnaval de Tenerife, pues no en vano, y desde 1.984, de la mano del siempre recordado y fallecido, hermano, Jesús Manuel Tosco. En 1.991 da el salto a las murgas adultas, donde aterriza como componente en Chinchoso, con Paco Padilla y Alexis Hernández. No podemos olvidarnos de sus experiencias en las murgas: Traviata; Los Trabas (desaparecida), Chinchoso y Singuangos.

Escribe Carmen Torrado, psicóloga, que el ser humano ha desarrollado la solidaridad desde su conformación. El mostrarse solidario es una de las bases de nuestra evolución y lo que es más importante, de nuestra supervivencia. La mayoría de nosotros, sin haber recibido o recibir la solidaridad de alguien, no estaríamos aquí. Todos hemos necesitado, necesitamos o necesitaremos solidaridad en algún momento. Podríamos definir la solidaridad como la entrega a otros semejantes compartiendo o entregando aquellos recursos que ayuden al otro tanto a nivel material como emocional. Una persona puede ser solidaria con pequeños gestos: una sonrisa, un favor, ceder el asiento, invitar a comer a alguien necesitado, colaborando de forma altruista en la realización de un proyecto, regalar aquella ropa o utensilios que no utilizamos, hacer un voluntariado, etc. La persona solidaria da sin esperar recibir nada a cambio. Esto permite que el individuo se acostumbre a esta sensación. Muchas personas se consideran infelices porque creen que dan mucho y nunca reciben nada. En consecuencia, trabajar y acostumbrarse a esta sensación, provocará una persona más sana emocionalmente.

Así es este gran hombre y excelente persona que se caracteriza por hacer bien a los demás. Un corazón que cada día se enriquece más en valores, sentimientos y sensibilidad. Un espejo humano que deberíamos mirarnos todo, con el objetivo de hacer un mundo más justo e igualitario. Gracias Juan Ramón Tosco Lorenzo por darnos tantos ejemplos y valores humanos. El tiempo dirá si lo que escribo de este ser humano es cierto, o no.


 

Imagen: Rafael J. Lutzardo Hernández | Familia Tosco

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