12.09.2019 | Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
pacopego@hotmail.com
Si finamente no hay un acuerdo de última hora, muy improbable tal y como están las cosas entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, no habrá más remedio que convocar nuevas elecciones legislativas en España, que se celebrarán el próximo mes de noviembre.
Parece claro que los máximos responsables del PSOE y de Unidas Podemos son incompatibles y ninguno de los dos quieren empatizar entre ambos y conseguir así un gobierno progresista de coalición, entre otros motivos porque tanto Sánchez como Iglesias son dos políticos muy tercos.
Tiene cierta razón el líder de Podemos de pedir una cuota de parte de un hipotético Gobierno en función de los resultados de los últimos comicios, celebrados hace ya cinco meses. Pero también es diáfano que al secretario general socialista y actual "primer ministro" en funciones se le complicaría la Presidencia del Ejecutivo con la presencia en su gabinete de miembros de Podemos y además él cree que, en las elecciones de noviembre, el PSOE obtendrá mayor número de diputados, que lo acercarán más hacia una mayoría estable.
Sea como fuere, está claro que aquí las principales fuerzas parlamentarias son culpables de que no se haya podido formar un Gobierno, ante la negativa de Rivera y de Casado de no facilitar la investidura de Pedro Sánchez absteniéndose en la votación de investidura, cuyo debate es incluso posible que no se celebre ya y se vaya directamente a la convocatoria electoral para noviembre.
Los dos partidos conservadores y hasta los responsables de Vox piensan también que es mejor ir a una nueva cita con las urnas, porque confían que en noviembre la gente de izquierdas no se movilice, deje de ir a votar y suceda lo que pasó en las autonómicas andaluzas, donde hoy gobierna la derecha, gracias a un pacto entre PP, Cs y Vox, porque la participación popular fue inferior a convocatorias anteriores.
Creo que todos piensan que saldrán ganando con nuevas elecciones. Eso lo sabremos cuando el pueblo soberano se vuelva a expresar, aunque uno cree que no variará mucho de forma significativa el panorama.