04.04.2021 | Redacción | Opinión
Una frase que escuchábamos cuando nos contaban un cuento o cuando lo leíamos nosotros mismos. Esa frase que indicaba o nos hacía pensar que el final de la historia era maravilloso, hasta podría decirse que perfecto. Porque fueron felices y comieron perdices, era el mejor final para un cuento. Todos sabemos que los cuentos, tienen una parte de introducción de la historia, presentación de los personajes protagonistas, un problema que impide a nuestros protagonistas llegar a lograr su propósito y por supuesto la resolución del conflicto… Y en esa parte es donde la famosa frase final de cuentos, cobra importancia.
Una frase que escuchábamos cuando nos contaban un cuento o cuando lo leíamos nosotros mismos. Esa frase que indicaba o nos hacía pensar que el final de la historia era maravilloso, hasta podría decirse que perfecto. Porque fueron felices y comieron perdices, era el mejor final para un cuento. Todos sabemos que los cuentos, tienen una parte de introducción de la historia, presentación de los personajes protagonistas, un problema que impide a nuestros protagonistas llegar a lograr su propósito y por supuesto la resolución del conflicto… Y en esa parte es donde la famosa frase final de cuentos, cobra importancia.
Pero, ¿de dónde proviene ese final? Según la búsqueda de información que he realizado, resulta que nuestro querido final, es por el escritor Saturnino Calleja (1853-1915) y la frase original decía: «Fueron felices y comieron perdices y a mí no me dieron porque no quisieron». Curioso que en pocos cuentos podamos encontrar la frase completa, tal como había creado Saturnino, pero ¿qué se pretendía decir con este final? Aparte de que la frase rima, se usaba porque en una época, la perdiz era una comida cara que pocos podían permitirse, se le atribuía a la alta clase social. También que la perdiz era el animal favorito a la hora de cazar en España, así que sumando los distintos significados que tenía la perdiz, todo indicaba que al final de nuestros hermosos cuentos, si aparecía la frase… es que no hubo ningún problema.
Llama la atención, que con el paso del tiempo esa frase ya no está en los cuentos actuales, que pueden leer nuestros pequeños. Los finales son diferentes, según la época en la que estemos. Ahora los finales continúan en segundas historias, también existen finales abiertos, finales dramáticos para captar más la atención… Pero yo soy partidaria, de que los finales no existen, el final de las acciones o etapas de nuestras vidas, no acaban… Pasan a otra fase, maduran, continúan de otro modo pero sin acabar, porque la vida es infinita. Porque considero que todo está conectado entre sí y porque me gusta pensar, que el final, es el inicio de una nueva oportunidad.