16.07.2019 | Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
pacopego@hotmail.com
El hasta ayer presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, ya no es aquel joven amable, simpático y dialogante que participaba como contertulio en el programa televisivo "El Prospecto", de Canal 7 del Atlántico que dirigí durante varios años, con la participación de otros mozalbetes de distintas fuerzas políticas y que quería solucionar los problemas del mundo mundial.
No sé si será lo que algunos llaman la erótica del poder, que en realidad no es otra cosa que creérselo demasiado, pero el señor Clavijo demostró este martes, en el Palacete de Presidencia en Tenerife --durante la toma de posesión de Ángel Víctor Torres-- que ha perdido la elegancia que le distinguía y, no se sabe muy bien el porqué, se comportó de manera muy poco diplomático en un acto tan solemne, ignorando a su antecesor en el cargo, Paulino Rivero --al que le dio la espalda descaradamente durante un buen rato-- y también a su sucesor, porque no se levantó a saludarle, como hicieron los otros ex-presidentes que acudieron a la toma de posesión de Torres, permaneciendo sentado y sin inmutarse, saltándose a la torera cualquier norma de protocolo.
La mala educación y la soberbia son malas consejeras, y parece claro que don Fernando ha encajado mal, muy mal, su salida del Gobierno, y que le han sentado como una patada en los colgajos las declaraciones de Paulino Rivero publicadas en "Diario de Avisos" la víspera, en las que el político sauzalero echaba la culpa del desastre electoral de Coalición Canaria a Ana Oramas, a Carlos Alonso y al propio Clavijo.
No niego que haya verdaderos sentimientos nacionalistas en algunos dirigentes de CC, pero está claro que esa formación política, por llamarla de alguna forma, solo ha sido un conglomerado de personas ansiosas de ejercer el poder y defender unos intereses económicos muy concretos, sin una ideología clara, porque ese partido ha tenido en sus filas desde franquistas reconvertidos hasta comunistas de ICAN, pasando por monárquicos recalcitrantes e insularistas defensores a ultranza del histórico pleito y enemigos acérrimos de la construcción de una región cohesionada y unida.
Solo les unió el ejercicio del poder político y económico durante tantos años y ahora se verá, con el paso del tiempo, sin mando en plaza, cómo evoluciona CC. Mientras tanto, quiero decirles que Fernando Clavijo me decepcionó como persona, por su actitud tan displicente en el acto celebrado en la sede de Presidencia en Santa Cruz. Se comportó como un imberbe inmaduro y malcriado.