29.04.2017. Redacción / Opinión
Por: Paco Pérez
Santiago Negrín, este chico simpatizante con el régimen político existente en la actualidad en este Archipiélago, que es ahora mismo (mañana no sé) el jefazo de la Radiotelevisión Autonómica de Canarias (por obra y gracia del capricho de un presidnete del Gobierno, que lo puso ahí con calzador) parece estar de los nervios y se le ha corrido presentar una denuncia ante un juzgado de guardia por "extorsión y chantaje".
Por lo que dice el compañero de profesión (que no de aventuras políticas y televisivas, Dios me libre) los mandamases de una empresa multimedia de comunicación le han estado presionando para que adjudique en favor de sus intereses la producción de algunos programas televisivos, por lo que al lobato (con piel de cordero) del señor Negrín no se le ha ocurrido otra mejor idea que la de acudir a sede judicial y poner los supuestos chantajes y extorsiones en conocimiento de la autoridad judicial, lo cual me parece razonable.
Habrá que decirle a este director general que el ejercicio de su cargo conlleva soportar, por si aún no lo sabía, grandes y hasta a veces insufribles presiones de empresas y lobbies del sector, porque entre otras cosas la RTV canaria es un dulce muy apetitoso y hay mucho dinerito público (en forma de millones de euros) procedente de las arcas del Gobierno Autonómico, y es por todos nosotros conocido que en estas ínsulas hay verdaderos apasiados por acumular parné.
Está bien que si este buen periodista isleño quiere denunciar, que lo haga. Pero el señor Negrín --sin querer justificar quien esto escribe las supuestas presiones ejercidas sobre su persona-- se debería dedicar también, por ejemplo y entre muchas cosas, a limpiar su propia casa, la de la radio y televisión públicas, que según parece está llena de mierda y de polvos, con asuntos muy irregulares y, por tanto, muy feos, que todavía no han aflorado del todo, aunque confío en que la justicia de este país descubra en su integridad y condene como sería de desear a los autores de cometer graves y varios supuestos delitos.
Me da la impresión de que en algunas casas de lenocinio de estas Islas se respiran aires más limpias que en determinados organismos públicos del Archipiélago. Es un decir...