09.08.2019 | Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
pacopego@hotmail.com
Según ha informado el portal "Canarias te quiero", la señora Marta Bonnet, esposa del socialista Alejandro Rodríguez, viceconsejero de Transparencia del Gobierno de Canarias, ha sido enchufada como alto cargo por su marido, que ha dicho que “nos fijamos en su perfil técnico, y no en si era familiar o no”.
"Entre ambos ingresarán unos 10.000 euros al mes", añade la citada fuente. A mí poco me importa lo que ganen, lo que no está nada bien hecho es que estemos asistiendo a un régimen político endogámica, en que se tolera que se nombren amigotes y familiares.
Esta era una práctica habitual en los continuos gobiernos autonómicos de Coalición Canaria, donde se colocaban a centenares de amistades y familiares sin tener la más mínima vergüenza, pero que esto esté sucediendo en el nuevo Ejecutivo socialista de este Archipiélago clama al Cielo, porque la izquiuerda ha de ser siempre más ética y decente y, por convicciones ideológicas, tener unos comportamientos ejemplares.
Si se demuestra la veracidad de este nombramiento por parte del vicenconsejero de Transparencia, el señor Rodríguez y su querida esposa, la señora Bonnet, deberían ser cesados fulminantemente de sus cargos sin ningún miramiento.
Los políticos progresistas no pueden caer en los mismos vicios y errores cometidos por la derecha canaria hasta ayer mismo y se tiene que notar la diferencia no solo en la forma de gobernar, atendiendo básicamente a las principales demandas sociales, sino también guardando las formas a la hora de designar a las personas para los cargos.
No se debe nombrar nunca a familiares para determinados cargos de la función pública, por muy capacitados que estén para el desempeño de sus cargos. Eso es una ley no escrita, que se tiene que respetar siempre. ¿O es que todos los políticos de este país van a ser iguales, tengan la idología que tengan?