27.11.2016. Redacción
Por: Antonio Hernández Lobo
Profesor de Enseñana Secundaria
La Comunidad Educativa en nuestro país podría estar, al fin, de enhorabuena. La razón es que en esta semana que acaba, los grupos parlamentarios presentes en el Congreso de los Diputados, han llegado a un acuerdo para la creación de la Subcomisión que dé lugar a un futuro Pacto de Estado en Educación. Siendo conscientes de las dificultades históricas existentes entre los representantes de las distintas fuerzas políticas, parece que se ha logrado consensuar la firme voluntad de proponer la elaboración de un proyecto legislativo que ponga fin al desencuentro político para conseguir, entre todos, un gran, duradero y estable pacto por la Educación, que no esté a expensas de los normales cambios políticos de nuestro Estado democrático.
Esto va a suponer que las cosas se tengan que hacer contando también con la Comunidad Educativa, el profesorado que imparte enseñanzas de infantil y primaria, de una parte, y secundaria, bachillerato y formación profesional, de otra. Pero también debiera estar consensuado por las fuerzas vivas y verdaderos usuarios de la misma, me estoy refiriendo al sector de las familias y del estudiantado.
Creo que no se debería correr, las prisas no son buenas compañeras de viaje, esta Subcomisión recién creada, debe darse el tiempo suficiente y necesario para cerrar un acuerdo en condiciones. Nuestra pertenencia a la Unión Europea hace que debamos tener presente los objetivos recogidos en la Estrategia Educación y Formación 2020, entre los que cabe recordar el aprendizaje permanente y la movilidad, la mejora de la calidad y eficacia de la educación y la formación, el fomento de la igualdad, la cohesión social y la ciudadanía activa, así como la potenciación de la creatividad y la innovación, incluido la emprendeduría, en todos los niveles educativos.
En estos momentos toca realizar un informe que contenga el necesario diagnóstico con sus propuestas y conclusiones que signifiquen la avanzadilla de el ansiado Pacto de Estado, Social y Político por la Educación. Nuestro único deseo, el de los que formamos la Comunidad Educativa, es que tenga continuidad en el tiempo, con vocación de estabilidad. Consideramos que, si se han logrado acuerdos en otras materias importantes, ha llegado la hora, después de más de cuarenta años, de un amplio acuerdo parlamentario y social, donde contemos todos, desde los mismos parlamentarios, hasta representantes de las comunidades autónomas, expertos nacionales e internacionales, organizaciones sociales, sindicatos, y por supuesto el profesorado, los que estamos a pie de aula, los que tenemos la responsabilidad directa de materializar el deseado acuerdo con lo más que nos debiera importar, nuestro alumnado, para así garantizar el futuro desarrollo social y económico de nuestro país en el marco europeo e internacional.
Con todo, solo nos queda ponernos a trabajar, sí, a hacer los deberes a fin de lograr ese gran Pacto. Por lo pronto, tenemos ya a un arremangado ministro de Educación, a Íñigo Méndez de Vigo, dispuesto a ponerlo todo en el asador para lograr el objetivo, siempre desde el diálogo con todos y desde el consenso, manteniendo encuentros y reuniones con todos los sectores implicados. Lo dicho, podríamos estar viviendo un nuevo tiempo, un tiempo de mucho diálogo, un tiempo de oportunidades para la Educación en España.