25.06.2018. Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
pacopego@hotmail.com
En Tenerife todas las demandas populares van por oleadas de protestas ciudadanas que se terminan olvidando, porque nadie parece hacer caso y nuestros gobernantes, metidos en la nube de la ineptitud política, suelen pasar ampliamente de las aspiraciones de los habitantes de esta Isla picuda.
Aquí se dejan eternizar, incluso con nocturnidad y alevosía los problemas principales a los que se enfrenta nuestra sociedad insular y no hay como repasar los graves asuntos pendientes que tiene que resolver Tenerife para darnos cuenta que nos toman el pelo al revés y al derecho, o al menos eso es lo que parece.
Baste recordar algunos asuntos trascendentales, como la necesaria y urgente construcción del dichoso túnel de Erjos, obra que completaría la circunvalación de la Isla por carretera y que resolvería enormes problemas de movilidades entre las comarcas norte y meridional tinerfeñas, ahorrando mucho tiempo y dinero a las miles de personas que se han de desplazar a una u otra vertiente isleñas.
Ahora mismo, el proyecto del túnel parece estar aparcado en la Consejería correspondiente del Gobierno de Canarias o en algún lugar de la cartera de su vicepresidente, que siempre ha querido mirar para otro lado, lavarse las manos a lo Pilatos y echarle la culpa al Ministerio de Fomento, con lo fácil que es echar balones fuera.
Todo eso, en cuanto al cierre del "anillo insular", pero hay que recordar, alto y claro, que no se ha movido un dedo para resolver los gravísimos problemas de congestión de tráfico en las dos principales autopistas (la TF-5 y la TF-1) y da la impresión de que nuestros gobernantes piensan que somos bobos y nos chupamos los dedos. Es tal la inacción del presidente Clavijo y de su equipo gubernamental que esto clama al cielo, pero como la oposición parlamentaria pasa también de estos graves asuntos, ya sabemos a qué atenernos.
En otros asuntos, como los de índole sanitaria, parece que nadie quiere que se completen adecuadamente los mal llamados hospitales comarcales del Mojón (Arona) y Buen Paso (Icod de los Vinos) y todos son plazos de espera para dotarlos de las necesarias infraestructuras, de aparatos de diagnóstico, de partitorios y de quirófanos, lo que obliga a miles de ciudadanos a desplazarse diariamente a los hospitales de referencia, el Universitario de Canarias y el de la Candelaria.
Nuestros políticos (en el poder y en la oposición) parece que ni están ni se les espera. En Tenerife, todo lo importante está prácticamente paralizado. Pero no pasa nada. Dentro de pocos días celebraremos la romería folklórica regional de San Benito Abad de La Laguna. ¡Eso sí merece un buen cacho de carne cochino y un buen vaso de vino¡ Y así nos va, claro.