13.06.2017. Redacción / Opinión
Por: José J. Rivero
@jriveroperez
En una ocasión me comentó un buen amigo de cómo parecía que los grandes cambios de su vida se habían producido por causas ajenas a su voluntad y quizás por el azar o las casualidades de la vida. Incluso llegó a comentarme cómo en situaciones esas decisiones verdaderamente transformadoras parecían venir definidas por leyes que él no podía entender.
Cuando me hablarón por primera vez de las Serendipias, esas situaciones que parecen venir definidas por la pura casualidad, quedé fascinado por lo maravillo e impredecible que era todo. Te puedo decir que todos en más de una ocasión hemos sido víctimas de la casualidad y parece incluso que los grandes descubrimientos así lo demuestran, pongamos el caso de la penisilina o incluso los propios físicos Newton y Einstein que así lo plantearon en alguna ocasión.
Además existen algunas personas que tienen esa habilidad para encontrar constantemente momentos y situaciones que han venido marcadas por el azar, que no están relacionadas con el problema o el momento por el que estamos atravesando en ese momento pero que por casualidad nos permite solucionar el problema o abordarlo de una manera constructiva y positiva.
Pero el papel que juega lo inesperado en nuestra vida no se queda ahí, si seguimos a Carl Jung y su visión más simbólica del mundo, nos encontramos con las Sincronicidades, es decir, esas coincidencias cotidianas que no podemos explicar en un primer momento. Dice Jung que con mucha práctica llegamos a entrenar nuestra intuición y justamente en ese momento les damos sentido a todo eso que nos está pasando.
En cierto nivel existen personas que lo relacionan todo y buscan esas pautas que tienden a relacionarlo todo, convirtiendo esos encuentros casuales en un suceso que conectamos con algún acontecimiento de nuestra vida cotidiana y así terminamos explicando el porqué de mi mala suerte constante.
Sin duda algunas navegamos por el mundo de las casualidades ya sean serendipias o sincronías nos encontramos con muchas situaciones cotidianas ante las que parece debemos abandonarnos e interpretar como se relacionan entre si y con mi propio mundo. De esa manera podré explicarlo todo y aque al final, y no es menos cierto, somos víctimas del azar.
Pero sin duda alguna el azar en el que vivimos se puede gestionar y sin duda podemos aprender de él si centramos todas nuestra fuerzas y herramientas vitales, de esa forma nos permitirá construirnos. Sin duda el diseño de nuestro plan de vida, de ese proceso de construcción personal no solo pasa por entender lo que sucede fuera, sino lo más importante de todo es transformarlo. ¿Te atreves?