28.06.2017. Redacción / Opinión.
Por: Casimiro Curbelo
Diputado regional y presidente del Cabildo de La Gomera.
Hay gente que, a efectos de un pacto de Gobierno en Canarias, ya da “todo el pescado por vendido”, como se dice vulgarmente. Para ellos, ya existe un acuerdo entre Coalición Canaria y el Partido Popular para suscribir un acuerdo de gobierno al que automáticamente suman el apoyo de la Agrupación Socialista Gomera.
Tal vez convenga repetir lo que ya hemos dicho cuando se nos ha preguntado. No. No vamos a entrar en el Gobierno de Canarias. No tenemos ningún interés en tener ni cargos, ni responsabilidades ni áreas de poder. Ni nuestro partido político es una agencia de colocaciones ni los ciudadanos de La Gomera nos han elegido para que nos metamos en aventuras de gobierno. Nuestros militantes han dicho claramente que ASG debe seguir haciendo lo que ha hecho hasta hoy: apoyar todas aquellas medidas que sean buenas para los canarios y que contribuyan a mejorar la vida de todos los que residimos en esta tierra.
Ni vamos a entrar en el Gobierno ni estamos, en principio, por firmar un pacto de legislatura en un acuerdo que, de momento, ni conocemos ni nos concierne.
¿Eso quiere decir que estemos contra un nuevo pacto de Gobierno? Por supuesto que no pero ante el fracaso de la confluencia de una mayoría de izquierdas, ASG ha adoptado una postura responsable, alejada del bloqueo constante al Gobierno y sin comprometerse con ningún partido. Durante esta legislatura, el presidente del Gobierno ha demostrado más allá de las palabras y las declaraciones, con hechos y leyes, que está por el equilibrio y la solidaridad de todas las islas.
ASG siempre ha estado con aquellas islas que menos recursos tienen, que cuentan con menos posibilidades de desarrollo y que afrontar mayores sobrecostos. Lo hemos demostrado defendiendo a capa y espada el Fondo de Desarrollo de Canarias (FDCAN) enfrentándonos a la ceguera y el egoísmo de quienes ambicionaban que todos los recursos de inversión se destinaran a las dos grandes islas de Canarias.
También lo hemos hecho defendiendo la llamada Ley de Islas Verdes, que será una herramienta para que las tres islas Occidentales mejoren sus recursos, se incorporen a la riqueza del sector turístico, a la diversificación de la economía y para que puedan contar con los servicios que ya disfrutan otras islas de Canarias. Hemos defendido una Ley del Suelo y de la Protección de los Espacios Naturales de Canarias, que pretende impulsar el desarrollo económico de las islas y acabar con la dictadura de la burocracia que embarrancaba cualquier proyecto en trámites interminables y sumía a todos los emprendedores en la mayor inseguridad jurídica.
En todos estos casos y algunos más hemos apoyado al Gobierno, mientras gobernó con el PSOE y ahora, que lo hace en solitario. Porque estaba actuando en la dirección que considerábamos correcta. Y lo hemos hecho con la plena libertad de decisión con que actúa ASG en su labor de representar los intereses de La Gomera, de las islas no capitalinas y de todos los canarios.
Queremos conservar esa libertad. Lo hemos dicho ya algunas veces y lo vuelvo a reiterar hoy. Queremos seguir teniendo las manos libres de todo compromiso que no sea el de apoyar aquellas medidas y decisiones que sean, en nuestra opinión, favorables para los ciudadanos de estas islas. Y como queremos conservar nuestra libertad, va a ser difícil que aceptemos ningún tipo de compromiso que suponga limitar esa capacidad.
Es obvio que si ASG es llamada a una mesa de negociaciones se sentará. Y toda negociación es, por definición, un esfuerzo de varias partes por acercarse a posiciones comunes. Nosotros estamos por el consenso. Y estamos por dar estabilidad a Canarias. Bastantes veletas tenemos ya en política, capaces de liarla un día sí y otro también, como para que nos apuntemos nosotros a generar más desconcierto, discusión y ruido. Estamos por trabajar seriamente y responsablemente por nuestra gente.
Pero hay algo que seguramente hará imposible que lleguemos a un entendimiento global. Los grandes partidos están considerando romper la triple paridad de Canarias, el sistema de equilibrios con el que se fundó la autonomía de nuestra tierra y con el que hemos venido funcionando desde hace más de tres décadas. En la representación en el Parlamento de Canarias hay una discriminación positiva a favor de las islas menos pobladas, menos desarrolladas y con mayores retos de futuro. Las islas no capitalinas cuentan con una representación que se basa en que los legisladores entendieron, en su día, en que el Parlamento de Canarias es una cámara mixta, que representa tanto a las personas como a los territorios.
Aquellas personas apostaron por una fórmula de equilibrio y de solidaridad entre las provincias, las capitalinas y las no capitalinas. Crearon un sistema que ha demostrado su funcionalidad y que no sólo no ha impedido el crecimiento de las dos grandes islas sino que lo ha propiciado en todos los órdenes: en población, en riqueza y en infraestructuras. Ha beneficiado a las islas menos habitadas y con menos recursos, pero sin perjudicar a las más habitadas y más ricas.
A pesar de eso, existe el propósito de cambiar el sistema de representación. Los que son más y tienen más, quieren más poder. Y la ASG no quiere poner su firma en una reforma que se cargue el sistema de equilibrios de Canarias. Nuestro propósito es defender hasta el último aliento y con todas las razones que nos asisten, el mantenimiento de un sistema electoral que discrimina positivamente a las islas que más lo necesitan. Y en este empeño seguiré batallando pero para no hacerlo solo, intentaré recabar el apoyo de los diputados de La Palma, La Gomera y El Hierro, sea cual sea su partido.
Los que vivimos en Canarias sabemos que es falso que todos disfrutamos de los mismos servicios y la misma calidad de vida. No es así. Las dos grandes islas tienen los grandes centros educativos, las sedes de las grandes empresas, los nodos portuarios y aeroportuarios, las grandes infraestructuras, la práctica totalidad de los organismos y dependencias de la administración autonómica… Eso es un hecho. Y quienes estamos por la igualdad y la solidaridad, por la justicia social, sabemos que equilibrar todos los servicios y oportunidades en un archipiélago es algo que llevará muchísimo trabajo y muchos años. Y que mientras tanto tenemos que luchar por conseguir —como ahora— mejores subvenciones al transporte y mayores capacidades de nuestro transporte interior.
Esa visión de una Canarias de iguales no se comparte hoy por quienes consideran que hay que cambiar las reglas del juego. Y no a favor de los débiles, sino de los fuertes. No a favor de los menos, sino de los más. Más poder para los poderosos. Esa es la línea que ASG no va a pasar. Porque no habrá el nombre de ningún diputado gomero de ASG en ningún proyecto que constituya una traición histórica a la igualdad y solidaridad de los canarios.
Estas son nuestras reflexiones. Y tal vez convenga que tomen nota de ellas quienes dan por hecho lo que no es. Ni el pescado está vendido ni Canarias es una pescadería.