16.11.2018. Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
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La montaña de El Púlpito, en los términos municipales de La Laguna y Tegueste, situada cerca del aeropuerto de Los Rodeos, oculta un complejo militar subterráneo poco conocido, que fue construido durante la Segunda Guerra Mundial para guardar combustible y municiones. Esto se produjo cuando las Islas estaban bajo la amenaza de los países aliados, ya que Franco apoyó a la Alemania nazi y se temía una invasión de tropas americanas, por la situación geoestratégica de las Islas Canarias.
Durante la construcción de este búmker, once obreros que trabajaban murieron al desprenderse parte de la ladera de esta montaña de origen volcánico, una de las que rodean al valle de Aguere, junto a las de San Diego, Mesa Mota, La Galladina y San Roque. A una cota elevada, por debajo de la cima de El Púlpito se oculta algo que muy poca gente conoce: una construcción militar de 1.400 metros cuadrados de galerías bien fortificadas y camufladas que el abandono ha convertido en un amplio espacio lleno de humedades, pintadas con declaraciones de amor, y hasta en lugar de recreo de niños residentes en El Portezuelo, hace unos años.
Esta construcción en la montaña lagunera fue creada durante la Segunda Guerra Mundial como depósito de municiones y combustibles, al igual que otras zonas de la Isla como Taco o Paso Alto, donde la montaña fue horadada con el mismo fin y hoy sirve como almacén de la Junta de Obras del Puerto de Santa Cruz de Tenerife
En los años 90, el Ejército del Aire, según aparece en el Registro de la Propiedad, cede estas parcelas al Ejército de Tierra. Sin embargo, al ver la poca utilidad que podían tener, en 1994 se realizó una desafectación, es decir, se declaró de manera formal que el bien de dominio público quedaba desvinculado de su uso. De esta manera, las tierras volvieron a los herederos de sus dueños iniciales.
Desde ese momento, los búnkers subterráneos, que nunca fueron utilizados por el Ejército porque no se produjo ningún ataque, quedaron cerrados y olvidados, y en el caso de El Púlpito, sin darle un uso determinado.
Según escribió el investigador Fernando Herráiz en su obra "Esperando a Hitler", la obra subterránea de la montaña cuenta con una superficie de 1.400 metros cuadrados, en la que se realizó un túnel de acceso de 97 metros. Además, hay tres galerías, dos estancias auxiliares y un respiradero que conecta con dichas galerías. "El suelo es de hormigón. Las paredes y las bóvedas están recubiertas de tabiques de ladrillo que separan las estancias del lecho de roca de la montaña, presumiblemente, en prevención de derrumbes y desprendimientos", afirma el autor.
La zona de montaña El Púlpito, dividida en parcelas, se encuentra en su mayoría en el municipio de La Laguna, enfrente del aeropuerto de Los Rodeos. Una de las parcelas, la más occidental, se ubica en el barrio de El Portezuelo, Tegueste.
Fotografía: taringa.net