28.07.2018. Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
pacopego@hotmail.com
No hacen sino llegar malas noticias del Club Deportivo Tenerife para la venidera temporada 2018/19, por la composición de su plantilla profesional.
Se fue Samuele Longo y en las últimas hora se han anunciado las salidas de Juan Carlos Real y de Juan Villar, dos baluartes en los que se confiaba para que el equipo hiciera algo interesante la próxima campaña.
Como "compensación" el señor Serrano se trae a un tal Naranjo, un gran delantero muy conocido en su casa a la hora de comer, que viene a sustituir --dicen-- nada más y nada menos que al delantero italiano Longo, al que el Tete no pudo retener por falta de perras.
Ahora que no nos venga el presidente Miguel Concepción --el conocido empresario palmero del asfalto de carreteras y gran amigo del presidente del Cabildo tinerfeño, Carlos Alonso-- a vendernos la milonga de que el club aspira a estar el año que viene en Primera División, porque eso no se lo cree ni el hincha blanquiazul más fanático.
La dupla Concepción-Serrano parece que nos quiere tomar el pelo a los aficionados un año más, porque los dos no han hecho más que coleccionar fracasos deportivos, uno tras otro, en los últimos tiempos, entre otras cosas porque el primero solo está obsesionado por rebajar la deuda del representativo y el segundo no ha hecho más que traer auténticos paquetes al equipo. Y así nos va.
Sencillamente, no se puede vender humo, ni negro ni blanco y las vamos a pasar moradas en una categoría donde hay equipos de la categoría de la U.D. Las Palmas, Málaga, Osasuna, Deportivo de la Coruña, Cadiz, Oviedo y unos cuantos más. ¡Que Dios nos coja confesados¡