El amor en el día de San Valentín.

13.02.2017. Redacción

Mari Carmen García Mora

Psicóloga Sanitaria

Colegiada T-1412

¿Se acuerdan de Galerías Preciados?

Pues son los responsables de que, en España, desde el siglo pasado se celebre San Valentín. La celebración de este día se introdujo con motivos comerciales, cómo una manera de aumentar las ventas tras la “cuesta de enero”. San Valentín, el 14 de febrero existía, pero no había costumbre de celebrarlo.

Uno de los orígenes posibles de esta celebración se remonta hacia el siglo III, en Roma, la cual está basada en una leyenda que cuenta la emotiva historia de un sacerdote que desafió las órdenes del emperador romano Claudio II, quien había prohibido la celebración de matrimonios para los jóvenes, porque a su entender los solteros sin familia y con menos ataduras eran mejores soldados. El sacerdote San Valentín consideró que el decreto era injusto y en secreto celebraba matrimonios para jóvenes enamorados y por esto fue martirizado y posteriormente ejecutado el 14 de febrero.

La tradición de celebrar ese día el día de los enamorados se conservó hasta hoy, pero la celebración tal y como la conocemos es meramente comercial y tiene su origen en el interés comercial.

Si le preguntamos a nuestros mayores veremos que nos dicen que sí, que el día de San Valentín, es el día de los enamorados, pero que antes se regalaban alguna flor si acaso, pero nada parecido a lo que sucede ahora.

¿Celebras el día de San Valentín?

La cercanía de este día nos lleva a reflexionar sobre el amor. Los solteros se cuestionan porque no tienen pareja o que han hecho mal. Las parejas toman más conciencia de que están en pareja y que ese día tendrán que hacer algo para hacer feliz a su pareja. Pero más allá del compromiso, de cumplir con la fiesta, este día no es la medida del amor que sentimos por otro. Al contrario, hay estudios que han encontrado un alto índice de ruptura de parejas en el día de San Valentín.

¿Qué dice la psicología sobre el amor?

Una de las teorías que han obtenido mayor aceptación es la teoría triangular del amor del psicólogo estadounidense Robert Sternberg, que  caracteriza el amor en una relación interpersonal según tres componentes diferentes: intimidad, pasión y compromiso:

La intimidad, entendida como aquellos sentimientos dentro de una relación que promueven el afecto hacia otra persona, que surge de los sentimientos de cercanía, vínculo afectivo y relación, implica el deseo de dar, recibir, compartir, etcétera.

La pasión, como estado de intenso deseo de unión con el otro, como expresión de deseos y necesidades, gran deseo sexual o romántico acompañado de excitación psicológica.

La decisión o compromiso, la decisión de amar a otra persona y el compromiso por mantener ese amor. Este componente implica mantener la relación en los buenos y en los malos momentos

Las diferentes etapas o tipos de amor pueden ser explicados con diferentes combinaciones de estos elementos. De acuerdo al autor, una relación basada en un solo elemento es menos probable que se mantenga que una basada en dos o en los tres.

Las siete formas del amor

Falta de amor: No existe pasión ni intimidad ni compromiso. No es una forma de amor, puesto que no existe amor en ninguna de sus manifestaciones.

Cariño: En este caso, no debe tomarse en un sentido trivial. Este es el cariño íntimo que caracteriza las verdaderas amistades, en donde se siente un vínculo y una cercanía con la otra persona, pero no pasión física ni compromiso a largo plazo.

Encaprichamiento: Es lo que comúnmente se siente como «amor a primera vista». Sin intimidad ni compromiso, en cualquier momento.

Amor vacío: Existe una unión por compromiso, pero la pasión y la intimidad han muerto. No sienten nada uno por el otro, pero hay una sensación de respeto y reciprocidad. En los matrimonios arreglados, las relaciones suelen comenzar con un amor vacío.

Amor romántico: Las parejas románticas están unidas emocionalmente (como en el caso del cariño) y físicamente, mediante la pasión, pero no en el compromiso de estar juntos. Por ejemplo, sería un amor de verano o relaciones de muy corta duración.

Amor sociable o de compañía: Se encuentra frecuentemente en matrimonios en los que la pasión se ha ido, pero hay un gran cariño y compromiso con el otro. Suele suceder con las personas con las que se comparte la vida, aunque no existe deseo sexual ni físico. Es más fuerte que el cariño, debido al elemento extra que es el compromiso. Se encuentra en la familia y en los amigos profundos, que pasan mucho tiempo juntos en una relación sin deseo sexual.

Amor fatuo o loco: Se da en relaciones en las que el compromiso es motivado en su mayor parte por la pasión, sin la estabilizante influencia de la intimidad.

Amor consumado: Es la forma completa del amor. Representa la relación ideal hacia la que todos quieren ir pero que aparentemente pocos alcanzan. Sin embargo, Sternberg señala que mantener un amor consumado puede ser aún más difícil que llegar a él. El amor consumado puede no ser permanente. Por ejemplo, si la pasión se pierde con el tiempo, puede convertirse en un amor sociable.

¿En qué punto te encuentras cómo pareja?

Desde mi punto de vista, los tres elementos que nombra Sternberg: intimidad, pasión y compromiso forman realmente el pilar esencial de la pareja. El enamoramiento inicial acaba, tiene fecha de caducidad. Es la voluntad de seguir en pareja, el compromiso, la intimidad lograda, la capacidad de mantener la comunicación y la pasión, lo que hará que una pareja siga adelante.

Por lo tanto, si quieres crear vínculos duraderos con tu pareja sigue estos consejos. Celebra o no San Valentín, pero celebra tu pareja cada día.

 

 

 

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María del Carmen García Mora

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