El agua de La Laguna, de mala calidad

16.02.2018. Redacción / Opinión

Por: Paco Pérez

pacopego@hotemail.com

Hace años era un verdadero placer beber agua del grifo en La Laguna, pura y cristalina, procedente de alguna galería del norte de Tenerife. En el último tercio del pasado siglo, en todos los hogares de Aguere se cocina sin problemas con el agua a abastecimiento a los domicilios y su consumo era lo más normal del mundo en toda la población.

No se lo que pasa en la actualidad, pero la compañía suministradora del líquido elemento en el municipio, una empresa privada de capital catalán llamada "Teideagua" ofrece a sus abonados un producto natural de pésima calidad, por lo que mucha gente ha optado por no utilizarla en la elaboración de las comidas, por su desagradable sabor y por su alto contenido en cal.

Las tuberías de las casas laguneras están calcificadas y los grifos de baños y cocinas, así como otro elementos, como las cisternas de los inodoros se han de cambiar con más frecuencia de lo habitual por la mala calidad del agua que nos vende la compañía encargada del servicio de abastecimiento domiciliario.

Es cierto que la enorme afluencia turística a Tenerife en los últimos tiempos ha perjudicado a las reservas hídricas de la Isla, por los millones de personas que utilizan el agua potable en los centenares de hoteles y apartamentos existentes, lo que ha menguado la calidad del líquido que consumimos, pero no se comprende por qué "Teideagua" nos ofrece un producto de tan mala calidad, realmente imbebible, lo que ha obligado a la práctica totalidad de la población a consumir agua embotellada, dicho sea de paso, también de dudable calidad por su alto contenido en residuos, sobre todo en algunas marcas locales.

Seguramente, no nos estemos envenenando, pero puedo asegurar que el agua del grifo en los hogares laguneros es mala, muy mala, y podría incluso ser perjudicial para nuestra propia salud. No hay más que ver el estado de las tuberías y de la grifería de mucha casas, llenas de residuos blanquecinos, qu incluso llegan a obstruirse. Y si eso es malo para la conducciones del agua, imagínense que puede causar en nuestro organismo.

El Ayuntamiento lagunero debería tomar cartas en este asunto y exigirle a la compañía concesionaria del servicio una mayor calidad del producto que ofrece, además a un elevadísimo precio, como si el agua de abasto fuera un artículo de lujo. ¡País¡

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Paco Pérez

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