18.10.2018. Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
pacopego@hotmail.com
El aceite de palma es un aceite de origen vegetal que encontramos en multitud de productos alimenticios, que a pesar de su uso tan extendido se convierte en una opción poco saludable.
Si nos fijamos en las etiquetas de la mayoría de productos alimenticios que podemos tener en nuestras despensas es bastante posible que, entre sus ingredientes te encuentres con el aceite de palma. Y es que, sin duda alguna, estamos ante uno de los aceites más utilizados del mundo, siendo muy fácil encontrarlo en una gran diversidad de productos que comemos cada día. Todo ello a pesar de ser una opción nada recomendable desde un punto de vista tanto nutritivo como medicinal. Hay que tener en cuenta, además, que muchos fabricantes de productos alimenticios procesados no incluyen en la etiqueta de contenidos la denominación de "aceite de palma" y lo sustituyen por el nombre de "aceite de origen vegetal".
Este aceite se produce a partir de los frutos de la palma africana, una planta perenne que puede llegar a alcanzar más de 100 años y los 40 metros de altura, aunque debido a su uso productivo lo cierto es que no suelen llegar hasta los 25 años y los 12 metros de altura.
Podemos encontrar aceite de palma en la composición de una grandísima variedad de productos (alimenticios y no alimenticios). Desde un punto de vista alimentario, los productos donde comúnmente podemos distinguir la presencia de este aceite como uno de sus ingredientes son los siguientes:
* Bollería, tartas, galletas y pasteles: sobre todo en caso de bollería industrial como sustituto de las grasas hidrogenadas y de la mantequilla.
* Coberturas y cremas: al fundirse mejor que el chocolate tiende a ser utilizado para mantener y almacenar cremas y coberturas.
* Aperitivos y chips salados: especialmente porque este aceite tiende a aguantar más frituras que otras grasas.
* Productos untables: es normal encontrarlo en margarinas o cremas de cacao ya que por poseer un alto contenido en grasas saturadas tiende a facilitar el untado.
* Productos precocinados: es muy común encontrar aceite de palma como ingrediente en pizzas, patatas fritas y alimentos empanados. El motivo es sencillo, además de ser más barato tiende menos a ponrse rancio.
* Aperitivos y chips salados: especialmente porque este aceite tiende a aguantar más frituras que otras grasas.
Es muy habitual encontrarlo en una amplia variedad de productos alimenticios en realidad sumamente diversos (desde galletas a pasteles, pasando por precocinados, cremas de cacao o aperitivos salados), y desde un punto de vista nutricional no es una opción muy saludable, por su alto contenido en grasas saturadas (concretamente en ácidos grasos saturados de cadena larga). De hecho, en torno a un 50% de las grasas presentes en el aceite de palma son saturadas. Está comprobado científicamente que un consumo prolongado y regular de grasas saturadas influyen de manera directa en el aumento del colesterol malo en la sangre, lo que duplica el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Tomen nota de lo escrito, si quieren, claro.