"Duran mucho“

06.10.2024 | Redacción | Opinión

Por: Alejandro de Bernardo

adebernar@yahoo.es

Nada, o pocas cosas, apena más que llegar al descansillo de unas escaleras donde sabes que vive una persona mayor y oír la tele demasiado alta. La única compañía de quien está dentro. Precisamos lazos para no pensar en sogas. Es terrorífico no poder recurrir a nadie para que nos espante los fantasmas. O, simplemente, para que nos tienda su mano y nos ayude a levantarnos.

El 1 de octubre se celebró el día internacional de las personas mayores. Nos cuesta imaginar la cantidad de desmanes y discriminaciones que sufren por el simple hecho de cumplir años. A más personas de las imaginables les molesta la cercanía de los mayores. De los viejos. De los ancianos. Y a mí que me generan tanta ternura… Aunque queda mucho por hacer se están dando pasos. Hay que seguir… y a la velocidad de la luz si esto fuera posible. En el mejor de los casos es nuestra próxima e irremediable estación.  Pero resulta que parece que no fuera con nosotros.

Problemas tan básicos como el poder ir de un lado a otro. De moverse, cuando van perdiendo la capacidad de caminar... ya no digo de una calle a otra, sino en su propio edificio. En su propia casa. Siguen sin resolverse.

Aceptamos de buen grado que los plazos de la dependencia sean de años, que las residencias de mayores sean privadas a un coste inasumible por la gran mayoría y que las que son públicas carezcan de plazas para atender a la población. Celebramos con un acto institucional cuando un mecenas dona una residencia que aporta bien poco a los recursos generales, aunque siempre serán bien recibidas.

Se dan bonos para discos, maquinitas, viajes gratis, becas Erasmus… todo para la juventud, pero… ¿han caído en la cuenta de lo que cuestan unos audífonos? Esto sí que no logro entenderlo. Algo tan imprescindible mantiene unos precios absolutamente abusivos. Cualquier televisor, teléfono móvil, ordenador… cuestan infinitamente menos que los audífonos más baratos. ¡Cómo van a pagarlos los jubilados! ¡No los pueden pagar! Estos artículos están absolutamente en manos de la empresa privada y las ayudas por comunidades autónomas son diversas y deficientes, además de muy complicadas de conseguir. Las comunidades autónomas  -el estado español en su conjunto- deben tomar conciencia de lo que significa la audición a nivel de salud: incomunicación, depresiones, peligros...

La crítica política debe tener presente estas necesidades cuando juzgamos la labor de los políticos en lugar de entretenernos con Venezuela y sus problemas. Quizá es que esos asuntos externos, como el recurso al sanchismo y otras sandeces, les viene a muchos que ni pintado para que nos olvidemos de los problemas reales. Los políticos tienen una responsabilidad pero también nosotros los periodistas y los medios de comunicación por no actuar de notarios de las necesidades de las personas.

Nuestros mayores tienen una capacidad vital increíble. Ignoramos lo mucho que podemos y debemos aprender de ellos. Mientras aquí les hacemos de menos en otras sociedades se venera su sabiduría. Pero hay que ver lo bien nos vienen para resolver el problema de la conciliación, eh? Pues parece que fuera su obligación: cuidar nietos cuando no están sus padres o madres. O para que estos se tomen unas vacaciones sin niños. Como dios manda, faltaría más.

A Cristine Lagard, la presidenta del Banco Central Europeo, también le preocupan mucho nuestros mayores. “Porque duran mucho” dijo hace unos años. Fue antes del Covid. Ahora ya duran menos.

Feliz domingo.

 

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