Dunia Sánchez Padrón, Abstraismo

12.03.2017. Redacción.

Por: Rosario Valcárcel 

El pasado jueves, día 9 se presentó en la sala Domingo Rivero la exposición de Dunia Sánchez titulada Abstraismo. Permanecerá abierta hasta el día 20 de marzo del 2017.

Siempre he dicho que Dunia Sánchez es una mujer que a pesar de su aspecto tímido y de su discreción, valiente y trabajadora, tanto que ha ido creando a lo largo de una década una amplia obra pictórica, pero no solo pinta, hace sus pinitos en la música, imparte un taller de pintura, escribe poemas y narrativa; textos breves, donde nos sumerge en sus sueños y reflexiones, en la lucha humanística. 

Pero Dunia es ante todo una pintora que ha logrado prescindir del concepto de la realidad que nos rodea y de la belleza tradicional. Se deja llevar por sus sentimientos y por su realidad íntima y nos proyecta su creación. 

Una obra compuesta por pasteles en una incursión al simbolismo, en la que arrincona por completo las referencias de la realidad, para sumergirse poco a poco y con cautela, composiciones donde prima lo abstracto como fuerza imperante en lo irreal.

Una manifestación de sus vivencias, de las alegrías y de sus silencios. Una abstracción en la que, siente como un anhelo que le lleva a buscar algo diferente, a probar otras cosas, a experimentar en el uso del color casi como una tempestad, en el registro del pastel que funciona como signo de una estética romántica, en la búsqueda de la belleza, en las formas y la composición que transita sobre el lenguaje del surrealismo. 

Una exposición compuesta de elementos bellos: vasijas, jarros en donde juega con una paleta de colores fríos y cálidos. Elementos de los que brota la Naturaleza, hojas de plantas que parece que germinan en los recipientes. Un paisaje ilusionista que nos recuerda a los heredados de la cultura aborigen.

Y también podemos ver mutaciones, la metamorfosis de objetos que se fraguan de una forma espontánea, en formas insinuantes o geométricas, imágenes extrañas que parece que flotan. Imágenes irreales, casi antropomorfas en la que descubrimos un ojo o la llama de la vida.

Una exposición que a pesar de que Dunia Sánchez ha querido disolver las referencias reconocibles de este mundo podemos percibir que, entre las manchas de color hay poética, connotaciones del figurativismo, como la silueta de un conejo o una mujer o conchas y caracolas.

Según la artista su inspiración es el mundo como manantial de los pasos que damos, y que llega dibujando o impartiendo un taller de dibujo en esta casa, en el Museo Domingo Rivero, en la que felicitamos a una de las alumnas, a Allisson Rivas Logan, que “con sus lápices de colores ha garabateado su carga emocional, su realidad como un ensueño, su creatividad o quizás su Universo secreto y lo ha realizado con una comprensión de la composición, con unas imágenes sencillas e ingenuas que reflejan la mano de la maestra.

La obra de Dunia Sánchez dotada de fuerza en el color, apela a la intuición, a la imaginación, al simbolismo que impulsa de alguna forma al espectador a pensar que hay algo más detrás de cada una de sus obras. 

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Rosario Valcárcel

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