13.07.2017. Redacción / Opinión.
Por: Rafael J. Lutzardo Hernández
Ni que decir tiene, que los funcionarios de Centro Penitenciario Tenerife II están preocupados, especialmente tras los recientes sucesos acaecidos en el citado centro penitenciario, donde fueron hospitalizados dos de los internos por lesiones sufridas en incidentes marcados por la violencia, en cuyo enfrentamiento participaron unos diez presos.
No descubrimos nada nuevo, si decimos que desde hace ya mucho tiempo diferentes sindicatos vinculados con el sector de prisiones han venido denunciando la masificación de presos en las prisiones en España. Entre ellas, Canarias. Pero también, del peligro que corren los funcionarios de las mismas. Recordar, que en su momento funcionarios de prisiones de Tenerife II denunciaron que actualmente hay unos 1.500 presos en la prisión, casi el doble de la capacidad máxima prevista. No obstante, los sindicatos denuncian que esta situación no es exclusiva del centro tinerfeño, pues se repite en otras cárceles canarias, lo que les ha llevado a plantearse la posibilidad de convocar protestas conjuntas de todos los funcionarios de prisiones del Archipiélago.
Los trabajadores de Tenerife II se sienten engañados por Instituciones Penitenciarias, ya que, a su juicio, ha presentado la próxima incorporación de 40 personas a la plantilla como una concesión a las exigencias de los funcionarios, cuando esas incorporaciones ya estaban previstas desde antes del inicio de las protestas. También, La Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP) denuncia la gestión de Instituciones Penitenciarias en materia de personal. Este colectivo afirma que, después de cinco años, convocan de urgencia un concurso con el que “no se cubrirán las plazas de los compañeros jubilados ni las de aquellos que pasaron a segunda actividad”.
Sobre la situación en Tenerife, la APFP dice que en dicha convocatoria solo se prevén cinco plazas para atender las necesidades del centro penitenciario Tenerife II, donde faltan más de 30 funcionarios en las diferentes áreas. Y a las jubilaciones, el paso a la segunda actividad, los fallecimientos o las comisiones de servicio, se añade el progresivo envejecimiento de la plantilla de la cárcel de El Rosario, donde más de un tercio del personal tiene más de 50 años.
Según APFP, este año ha habido varias agresiones respeta la Relación de Puestos de Trabajo (RPT). El colectivo denuncia el total abandono que sufre este departamento de la administración y pide la “inmediata dimisión” del secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste Castillejo, y la subdirectora general de Recursos Humanos, Ana María Velasco Rodríguez, “por su manifiesta incapacidad y por el total desprecio que con cada una de sus decisiones muestran al colectivo que representan”.
Una vez más, y tras el conflicto violento suscitado por varios presos de Tenerife II, queda demostrado que los funcionarios de prisiones se juegan la vida ante presos conflictivos. Por todo ello, el delegado provincial de la APFP en Santa Cruz de Tenerife, Rafael Paniza, vinculó este nuevo episodio violento con las carencias detectadas en el centro penitenciario y acusa a la dirección de la misma de “pasividad ante el deterioro que claramente va a más y al que hay que poner algún remedio”.
Por último, y según señala Rafael Paniza, “hace unos meses se produjo una agresión a un funcionario por parte de un recluso, también en el momento de las aperturas de las celdas, como el pasado sábado. El interno le pegó un puñetazo en la cara, aunque la reacción del funcionario fue muy profesional y actuó como debía”. “Es por ello, concluye Rafael Paniza, que la falta de trabajadores funcionarios (19 vacantes y 7 laborales), tiene consecuencias, tanto en la labor diaria del personal profesional como para los propios internos y, en general, a nivel de seguridad en el centro”. Así pues, y por lo sucedido en todo este conflicto, no será el primero ni el último que suceda en Tenerife II.