07.05.2017. Redacción / Opinión
Por: Paco Pérez.
Siempre me ha llamado la atención de la idiosincrasia de los palmeros, unos isleños canarios realmente peculiares, acaso los más cultos del Archipiélago, una sociedad inquieta por el saber, con una gran tradición cultural y formada por hombres y mujeres emprendedores, que bien emigraron hacia Cuba, primero, y Venezuela, después, en busca de una vida mejor, para retornar a su Isla con el paso de los años, en unas mejores condiciones personales y económicas.
Las familias palmeras siempre se han preocupado por dar estudios a sus descendientes y han buscado que sus hijos se licencien y se doctores en difíciles especialidades. Como dice un amigo mío, natural de la "Isla bonita", "vayas donde vayas por el mundo, siempre encontrarás un palmero en el sitio más insospechado". No le faltaba razón al paisano, porque cuando una expedición de canarios viajó a la "octava Isla", invitados por la Caja de Ahorros tinerfeña, y se adentraron en canoas por la selva venezolana, se encontraron en Canaima con un palmero en aquel inhóspito paraje, que era el "dueño" del lugar.
Anécdotas aparte, me estoy acordando ahora mismo de cuatro hijos de aquella preciosa Isla, la de la impresionante caldera volcánica de Taburiente (flamante parque nacional), que han destacado socialmente en las últimas décadas: me refiero al ex ministro Blas Pérez González, al arzobispo Elías Yanes Álvarez, al actual obispo nivariense, Bernardo Álvarez Afonso y al destacado político Fernando Fernández Martín.
Blas Pérez (Santa Cruz de La Palma, 1898-Madrod, 1978) fue ministro de la Gobernación (o de Interior) en el régimen franquista durante la posguerra civil española, en un amplio período de quince años (de 1942 a 1957), al que le sucedió en el ministerio el general Camilo Alonso Vega, apodado "don Camulo" por sus propios correligionarios.
Pérez González fue un firme defensor de la planificación geográfica de la población española y durante su largo mandato se aprobó una destacada ley del suelo. El político palmero había sido nada más y nada menos que presidente del Tribunal Supremo, en 1938, en pleno conflicto bélico fratricida.
Por su parte, Elías Yanes Álvarez (Mazo, 1928), que cuenta en la actualidad con 88 años de edad, es doctor en Teología y licenciado en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, fue obispo auxiliar de la Diócesis de Oviedo (1970-77) y arzobispo de Zaragoza entre 1977 y 2005. También presidió la Conferencia Episcopal Española en dos mandatos consecutivos, desde 1993 a 1999, a pesar de lo cual, extrañamente, nunca fue nombrado cardenal de la Santa Iglesia Católica. Cosas de la Curia Vaticana y de los propios papas. Algo realmente incomprensible.
Por su parte Fernando Fernández Martín (Santa Cruz, 1943), es licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Navarra, y especialista en Neurología. Ha ejercido su profesión en el Hospital Universitario de Canarias y ha sido profesor de la Facultad de Medicina de la ULL. Entre julio de 1987 a diciembre de 1988 fue presidente del Gobierno de Canarias (por el CDS), puesto que dejó obligado por perder una moción de confianza que presentó en la Cámara legislativa regional. Desde 1994 fue eurodiputado del Partido Popular en varias legislaturas y ha viajado por todo el continente americano como enviado especial de la Unión Europea. Es de resaltar asimismo que ha sido varias veces campeón del mundo de radioaficionados.
Por último, me voy a referir al actual obispo de nuestra Diócesis, Bernardo Álvarez Afonso, natural de Breña Alta (1949). Es el segundo prelado nivariense canario en la historia dela Iglesia (el primero fue el siempre recordado religioso güimarero Domingo Pérez Cáceres). Don Bernardo, que es licenciado en Teología Dogmática por la Universidad de Roma, fue consagrado obispo en la Parroquia Matriz de la Concepción de La Laguna (entonces sede provisional catedralicia) el 5 de septiembre de 2005, en un multitudinario acto presidido por el cardenal portugués Manuel Monteiro de Castro, que fue nuncio de Su Santidad en España, acompañado por los obispos eméritos de Tenerife Damián Iguacén y Felipe Fernández. Cuatro ilustres ciudadanos palmeros que han hecho historia en nuestro pasado reciente y en la actualidad.