16.08.2018. Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
pacopego@hotmail.com
He estado repasando algunos datos de la historia más reciente de la Isla de Tenerife y me he impresionado al hacer comparaciones de hace cincuenta años, por ejemplo y la actualidad.
Para las personas que tienen ahora mismo menos de cincuenta y cinco años, he de decirles que en Tenerife, en 1968, había un parque automovilístico que no llegaba a los sesenta mil coches, frente a los casi 800.000 que hay en estos momentos. Y nos bastaba y nos sobraba a los tinerfeños y otros residentes las carreteras generales del Sur y del Norte para desplazarnos por el territorio insular.
Hace medio siglo sólo había una vía de dos carriles en casa sentido de circulación, la primigenia TF-5, que unía Santa Cruz con el Aeropuerto lagunero de Los Rodeos. Luego, a principio del decenio de los setenta, se empezó a construir su prolongación hasta el Puerto de la Cruz.
Por la vertiente sur tinerfeña solo existía la carretera general y hubo que esperar a 1973 para que se inaugurase la autovía del Sur que, en principio, unió la capital provincial con la Villa mariana de Candelaria.
En cuanto a la conectividad insular con el exterior, en cuanto a comunicaciones marítimas, en 1968 no habían llegado ni el "Jet-Foil" ni los ferries. Había, creo recordar, un buque-correo y de pasaje de "Trasmediterránea" que hacía una travesía semanal a un puerto del Sur de la Península , operada por buques tales como el "Ernesto Anastasio" o el "Ciudad de Sevilla" y los enlaces interinsulares eran efectuados por los llamados correíllos negros ("La Palma" o el "Viera y Clavijo" y similares), luego sustiruidos por los blancos, los denominados "Santas", porque tuvieron nombre de advicaciones de la Virgen María; y las islas de El Hierro y La Gomera no contaban con infraestructuras aeroportuarias.
En La Palma había por entonces un pequeño y rudimentario aeropuerto y en Tenerife solo estaba el de Los Rodeos, en donde se concentraba todo el tráfico aéreo con Península y algunos países europeos, emisores de los primeros grupos de turistas que visitaban Canarias.
Los vuelos interinsulares se operaban con vetustos aviones "DC-3" o "Convair", todos de hélice, años más tarde sustituidos port los "Fokker F-27" de fabricación holandesa.
Otro día les comento la situación en 1968 en la Isla respecto a la primigenias zonas turísticas y a su precaria infraestructura sanitaria. Los jóvenes lectores se van a sorprender un poco, me da la impresión.
(continuará)