28.05.2019 | Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
pacopego@hotmail.com
El ganador de los comicios del pasado domingo en el Archipiélago, Ángel Víctor Torres (PSOE), ha afirmado que su partido pedirá el apoyo o la abstención de “todos los partidos que han pedido un cambio político en Canarias” en la campaña que condujo a las recientes elecciones para tratar de conformar y presidir el nuevo Gobierno regional. Torres detalló además que, aunque ya han habido llamadas telefónicas informales con todas las formaciones políticas, la ronda de oficial de contactos tendrá lugar tras el Día de Canarias, el próximo 30 de mayo.
Torres tiene ante sí tres caminos para hacer realidad lo que, a su juicio, es “el claro mandato de cambio que surge de las urnas”. Y otras dos soluciones altenativas. En definitiva, cinco opciones para presidir el Gobierno Autónomo.
La primera de estos tres caminos sería un acuerdo con el resto de fuerzas progresistas, ya que la suma de los diputados de PSOE, Nueva Canarias, Podemos y Agrupación Socialista Gomera (ASG) llega a los 37, uno más de las necesarios para obtener mayoría absoluta.
La segunda vía es un pacto histórico, "a la alemana" entre el Partido Popular y el PSOE, dado que juntos suman los necesarios 36 diputados.
Otra solución oara gobernar para por el centroizquierda, con un acuerdo entre PSOE, NC, ASG y Ciudadanos, que con 35 votos le bastaría la abstención de, por ejemplo, PP y/o Podemos para conformar un nuevo Ejecutivo autonómico.
Obviamente, a estas tres posibilidades hay que añadirle una cuarta, la del PSOE gobernando en minoría gracias a apoyos externos de otros partidos, a modo de cómo terminó la pasada legislatura Coalición Canaria, apuntalada en el Gobierno regional por el Partido Popular y la asociación gomera de Casimiro Curbelo.
Y hasta una quinta, poco probable, que podría ser impuesta por la dirección federal del PSOE, que es un pacto con los "nacionalistas" (a cambio del apoyo de los dos escaños de CC en el Congreso a Pedro Sánchez a lo largo de toda la XIII Legislatura), algo que tendría que acatar a regañadientes el secretario general de los socialistas canarios, porque ni él ni las bases socialistas en las Islas estarían de acuerdo con este pacto impuestos desde Madrid.