01.10.2018. Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
pacopego@hotmail.com
Canarias es la comunidad autónoma española que lidera casi todas las estadísticas relativas al poco poder adquisitivo de su población. Estas Islas encabezan, para vergüenza propia y ajena, las listas del desempleo, la existencia de bolsas de miseria, son las primeras en la carestía de la cesta de la compra, tenemos los sueldos más bajos del país (sólo nos supera en menores salarios Extremadura) y ahora hemos conocido que encabezamos también lo que se ha venido en llamar "pobreza farmacéutica".
Se refiere este término a las personas que no pueden retirar medicinas prescritas por problemas económicos y son Canarias, Andalucía y Valenciana las autonomías que lideran esta circunstancia, según el último Barómetro Sanitario, con datos de población del Instituto Nacional de Estadística (INE), de fecha de 1 de enero de 2018.
En concreto, el 11,3 por ciento de los canarios, que supone un colectivo de 246.018 personas; el 7,2 de los andaluces, porcentaje en el que se incluyen 605.501 habitantes en esta comunidad; y el 6,3 por ciento de los residentes en las tres provincias valencianas, es decir 311.599 personas, no pueden pagar las medicinas recetadas por falta de dinero. El perfil de los afectados por esta situación, tal como recoge el citado informe, se corresponde con pensionistas con rentas muy bajas, parados y mujeres divorciadas con hijos a su cargo a los que sus exmaridos no pasan la pensión.
Por contra, la mejor situada, en términos relativos, tal como refleja este barómetro. es Asturias la comunidad con menor pobreza farmaceútica, toda vez que este problema afecta al 0,3 por ciento de la población, seguida del País Vasco, Murcia y La Rioja, con porcentajes en todas ellas entre el 1,5 y el 1,9 por ciento.
En cifras absolutas, 605.501 pacientes andaluces, 311.599 valencianos y 277.063 catalanes, además de casi 250.000 canarios no pueden pagar las medicina prescritas, afectando la suma de las cuatro a cerca de un millón y medio de afectados.
Este nuevo barómetro viene a confirmar, una vez más, que Canarias sigue atravesando desde hace años una importante crisis económica que no es coyuntural, sino estructural porque, como se puede deducir de una manera sencilla, esta pobreza farmacéutica es consecuencia de la baja cotización a la Seguridad Social de los canarios en decenios pasados que, unido a los bajos salarios percibidos, repecute directamente en la cuantía de las pensiones de jubilación de los residentes isleños, que también son las más bajas del país.
Este, y no otro que nos quieren hacer ver, es el triste panorama de estas Islas atlánticas, cada día más parecido al de una colonia bananera. Y así nos va a la mayoría de la población, en la que una minoría dirigente política privilegiada solapa con fiestas, romerías típicas, cohetes y voladores, sinque falte un trozo de carne cochino y un vasito de vino para que el pueblo soporte mejor las penas. Habrase visto cosa igual.