21.08.2023 | Redacción | Opinión
Por: Óscar Izquierdo
Presidente de FEPECO
Mes festivo por excelencia, en casi todo el continente europeo. Es famosísimo el ferragosto de Roma. Los italianos, aprovechan, sobre todo, en torno al 15 de agosto, donde se celebra la solemnidad de la Asunción de la Virgen María, para cerrar casi todo, durante aproximadamente dos semanas, siendo una de las fiestas más populares en el país transalpino desde hace muchos siglos. Es un impasse, no se produce ningún avance, todo es quietud, en una ciudad, en lo ordinario, bastante desorganizada, ruidosa, es más, caótica que, por cierto, lo saben llevar con tranquilidad y aunque parezca una contradicción, organizar muy bien. Sencillamente, están acostumbrados a vivir apresuradamente, de manera estridente y apasionada.
Córdoba, en Andalucía, destaca por su belleza natural, junto a la riqueza patrimonial, que es inmensa e invaluable, más esos patios de flores de colores que alegran cualquier corazón, paseando por los callejones de su centro histórico y gozar de su preciosidad. También, celebran anualmente la Fiesta de los Patios de Córdoba. Tanto la capital como la provincia sobresalen en la manifestación del calor veraniego, agobiante, sofocante, abrasador.
En nuestro Archipiélago, también gozamos el mes de agosto, con todas las características que conlleva, incluso las molestias que implican las altas temperaturas que, por cierto, igual que en las capitales que hemos nombrado anteriormente o cualquier otro lugar del hemisferio norte, también llamado boreal o septentrional, suelen ser altas, molestas, pegajosas, desde hace muchísimo tiempo, contando en miles de años, que invariablemente ha sido así, como han demostrado fehacientemente, científicos independientes, profesionales y lógicos.
Tenerife, tiene la fortuna de estar rodeada de mar, que cuando no lo impiden las algas maliciosas, medusas o carabelas portuguesas, los vertidos incontrolados sin depurar, la falta de alcantarillado, el rompimiento de los emisarios, por cierto, frecuentes, los olores o manchas sospechosas, podemos perfectamente refrescarnos y sentir verdaderamente el lujo que es vivir en una isla. ¡Cuánta falta hace proyectar, licitar, ejecutar y terminar, tanta obra hidráulica en la isla!.
En La Laguna, en invierno siempre hace “fresquito”, ese que se mete hasta los huesos, al que tenemos afecto, aunque alguna vez nos quejemos por vicio, pero en verano, calienta más de la cuenta. Conservamos una Fiesta, con mayúsculas, que siempre se ha celebrado al compás del calor climático extremo, también humano, religioso y festivo. Son los CORAZONES DE TEJINA, que se celebran en torno al 24 de agosto, festividad de San Bartolomé Apóstol, patrón del lugar. Tiene la categoría de Bien de Interés Cultural, de ámbito local e insular. Los tres corazones, el de la Calle de Arriba, siempre destacando, junto al del Pico y la Calle de Abajo, cohesionan a un pueblo, dando ejemplo de unidad, a pesar, de la paradoja de las rivalidades afables. Un ejemplo para seguir en la concordia, social, política o económica.
Terminado de escribir este artículo, ha comenzado el catastrófico incendio que está asolando la isla de Tenerife. Es dantesco, espantoso e impresionante. Desde esta cualificada tribuna, agradecer el trabajo inconmensurable, profesional y valiente, de las personas que están, incluso, exponiendo en la primera línea del fuego, su propia vida para extinguirlo. También, a los todos los responsables públicos, sin diferencia de color partidista, expresarles nuestro reconocimiento por su dedicación, reflejado en la unión, que fortalece y ejemplifica. Por último, muchas gracias a los distintos medios de comunicación, por la eficiente labor informativa, constante y real, que nos tiene prevenidos, ante cualquier eventualidad. Tenerife saldrá adelante, sabemos sobreponernos a las dificultades y lo conseguiremos una vez más.