21.11.2017. Redacción / Opinión.
Por: Paco Pérez
pacopego@hotmail.com
La ciudad de Barcelona no será sede de la Agencia Europea del Medicamento, conocida como la EMA, por sus siglas en inglés, y se trasladará desde Londres (a raíz del Brexit) a Amsterdam, la capital de los países bajos, por decisión de la UE, que tras un empate en las votaciones para decidir la ciudad, sorteó a las dos principales ciudades candidatas.
Aunque ahora Carles Puigdemont, el ex-presidente de Cataluña huido a Bélgica, ha echado la culpa al Gobierno de Rajoy por esta designación europea --por haber aplicado en la comunidad autónoma pirenaica el artículo 155 de la Constitución--, lo cierto es que los barceloneses se han quedado con la miel en los labios, como consecuencia de la efímera declaración unilateral de independencia de aquella región española.
Ello es así y no hay que darle más vueltas al asunto. Cataluña y, por tanto, España se ha quedado sin acoger una importante sede de la Unión, a pesar de que en nuestro país radican importantes empresas multinacionales farmacéuticas, que fabrican millones de medicamentos al año.
Los independentistas parece que ignoraban que la EMA lleva aparejada la creación de más de un millar de puestos de trabajo directos, además de cinco mil indirectos y que a la futura sede holandesa acudirán anualmente unas treinta y cinco mil personas para realizar diversas gestiones relacionadas con los medicamentos, procedentes de todos los países de la Unión Europea.
Poco debe importarle esto a los tozudos e insensatos secesionistas catalanes, que ya han visto cómo más de dos mil quinientas empresas de la región han trasladado sus sedes a otras ciudades y comunidad autónomas españolas, solo entre los meses de octubre y noviembre. Y las que quedan, si el próximo 21-D vuelven a ser los independentistas los que ganen las elecciones en Cataluña.
Si les confieso la verdad, no me da ninguna pena que Barcelona se haya quedado sin la EMA, porque como afirma el viejo dicho, "el que busca el mal por su gusto, que vaya al infierno a quejarse". Y eso.