Arrecife, mi ciudad

28.02.2018. Redacción / Opinión

Por: David Toledo Niz 

Secretario Nacional de los Jóvenes Nacionalistas de Canarias

Se suele decir que todo es cuestión de perspectiva y desde la perspectiva en la que estoy, siendo joven, Secretario General de los Jóvenes Nacionalistas de Canarias, Arrecife y del barrio de Argana Alta, percibo que la visión que compartimos los jóvenes de esta ciudad es de tristeza, desafección, irascibilidad y alejamiento de nuestra ciudad.

Parece como si todo lo que nos ha dado la ciudad quedara ya en la esfera de los recuerdos, los de una infancia feliz, eso sí. Previo paso a la Universidad de Granada, estudié en el Mercedes Medina y en el IES Arrecife, jugué en el C.D. Altavista, y C.D. Arrecife, me crié en Argana Alta, me tiraba cada verano del muelle de la pescadería y en el puente de las bolas, y recuerdo con muchísimo cariño cómo nos íbamos a lo que nosotros llamábamos los “pantalanes” cada tarde.

Hablo con la gente de mi “quinta” y solo me transmiten esta añoranza y ciertos aires de nostalgia por volver a ese Arrecife que un día nos enamoró, por revivir aquellos años donde nuestra ciudad tenía un potencial enorme por explotar, donde todos queríamos crecer, tener un trabajo digno, y una casa en cualquiera de nuestros barrios. Hoy la situación es totalmente diferente. Al escucharlos, se vislumbra claramente la pena, la resignación y la impotencia, aparte de la desidia a la que están sometidos de forma involuntaria, y eso es algo que no puedo pasar por alto.

Me preocupa muchísimo cómo amigos, conocidos, familiares, vecinos arrecifeños van abandonando nuestra ciudad, se mudan a otros puntos de la isla, van a comprar a otros comercios fuera de arrecife, no asisten a nuestros carnavales, a nuestras fiestas en los barrios, ni tan siquiera a San Ginés.

Estamos en un punto de inflexión, donde Arrecife está en un claro “riesgo identitario”, donde nuestra gente está dando de lado a una ciudad que tiene muchísimo que explotar y que esta apagando su llama poco a poco. La desconexión sentimental con Arrecife es enorme, no la sentimos nuestra, la pregunta es ¿nos la han arrebatado o la hemos abandonado?

La situación no es sencilla, y mucho se habla de ello. Cada acto, cada fiesta, cada día pasa algo que nos empuja a querer abandonar el barco.

Cuando alguien da el paso y se involucra en política, hay parámetros que se deben manejar, y entre ellos claro está, que hay que gobernar bien, hay que gestionar lo público de forma adecuada, con honestidad y transparencia, pero hay algo más importante cuando se está al frente de una institución, y es ideologizar sentimientos, no es lo mismo estar en la ciudad, que ser parte de la ella, de sus calles, de sus rincones, de su gente. Ser parte de la historia, ser arrecifeño.

Como en toda crisis, aquí y ahora se abren nuevas oportunidades, y tenemos en nuestra mano la capacidad de hacer algo, de reconectar con nuestras tradiciones, nuestras fiestas, nuestros vecinos, nuestra cultura y, por qué no, el carácter a veces casi indomable de nuestra ciudad. Es fácil echar culpas, al igual que es fácil dibujar el más oscuro y triste de los panoramas, porque lo realmente difícil es, sin duda, pasar a la acción. Y a eso precisamente quiero invitar hoy a todos los jóvenes, y no tan jóvenes, que están leyendo esto, a tomar las riendas, a no tirar la toalla, a involucrarse, a participar En definitiva, a luchar por nuestra ciudad, cuya identidad e idiosincrasia corre por nuestras venas.

Arrecife es diferente. Seamos nosotros diferentes también. No la abandonemos, trabajemos por esta ciudad que tanto queremos, porque al fin y al cabo, en nosotros está el cambio.

 

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