03.12.2018. Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
pacopego@hotmail.com
La enorme corrupción del régimen socialista y la casi eterna permanencia en el poder (37 años seguidos) le ha pasado una costosa factura al PSOE de Andalucía en las elecciones autonómicas de este domingo, obteniendo Susana Díaz el peor resultado de su partido desde el establecimiento del Estado de las Autonomías.
Sensu contrario, las derechas fragmentadas han conseguido una victoria global si sumamos los escaños obtenidos por el Partido Popular, que se mantiene como segunda fuerza, tras el PSOE, Ciudadanos, que ha pegado un fuerte ascenso, pero menor de lo que los dirigentes naranjas esperaban) y Vox, ese extraño partido extremista de nuevo cuño (que ha obtenido nada más y nada menos que doce diputados al Parlamento autonómico, lo que en nuestra particular opinión representa una mala noticia para el propio sistema democrático.
Los podemitas de Teresa Rodríguez retroceden en votos y escaños y, aunque quisieran, no podrán formar gobierno con los socialistas porque ambas fuerzas unidas no alcanzan mayoría suficiente, con lo que se puede descartar definitivamente que la lideresa del PSOE continúe en el Palacio sevillano de San Telmo, sede de la Presidencia de la Junta.
Va a ser difícil, no obstante, que las derechas fragmentadas se pongan de acuerdo para conformar una coalición, porque tanto el cabeza de lista del PP como el de Ciudadanos aspiran a liderar el futuro Gobierno y es muy improbable que la formación de Albert Rivera quiera pactar con los extremistas de Vox, porque ello significaría derechizar el partido naranja de cara a las próximas elecciones legislativas, cuando sus dirigentes presumen ser de centro-centro.
En todo caso hay que esperar a que las distintas fuerzas políticas se posicionen en los próximos días y veamos qué otras posibilidades de gobernar Andalucía se plantean tras estos anticipados comicios, en los que no se esperaba tan fuerte batacazo socialista ni la fuerte irrupción de Vox. Pero el pueblo es soberano, ha votado y ha expresado democráticamente sus preferencias.
Y un aviso en clave archipielágica. Que los dirigentes de Coalición Canaria vayan poniendo sus barbas en remojo de cara al mes de mayo de 2019, porque puede que se avecine otra sorpresa, que no sería otra que la de desbancar a los nacionalistas del poder, tras cuatro decenios disfrutando de él, como ha pasado este domingo en tierras andaluzas.
Es bueno, en todo caso, que haya alternancias, porque ese es el quid de la Democracia. ¿O no?
Imagen: diariodesevilla.es (Celebración de la formación VOX)