Aena no quiere solucionar un grave problema en Los Rodeos

28.07.2019 | Redacción | Opinión

Por: Paco Pérez

pacopego@hotmail.com

El titular de este comentario es absolutamente cierto. El organismo de Aeropuertos Nacionales y Navegación Aérea (AENA) margina a Tenerife, porque no quiere solucionar un grave problema que padece Los Rodeos con la presencia, en los meses de verano preferentemente, de brumas de los vientos alisios en el entorno de las instalaciones aeroportuarias, lo que reduce la visibilidad para las operaciones de aterrizaje de los aviones.

Cierto es que el organismo responsable dotó en su día del instrumental necesario (ILS II-III) para que las aeronaves pudieran realizar las operaciones de aproximación a pista aún con visibilidad muy reducida, como ocurre en la mayoría de los aeropuertos europeos.

Una vez puesto en funcionamiento este aparataje de ayuda a la navegación aérea, se pudo comprobar que, por la especial orografía de Los Rodeos, la señal que define la senda de aproximación a los aeroplanos rebotaba en una vaguada y hacía ineficaz dicha ayuda, por lo que se desestimó su uso.

Un problema de muy parecidas circunstancias se producía en el aeropuerto de Asturias, hace años y, por lo que me han explicado técnicos aeronáuticos y pilotos civiles, el asunto de los rebotes de señal se solucionó trasladando unos metros la antena que emite la señal, situándola un poco más alejada de la cabecera de pista, con lo que ya no existen interferencias del terreno.

La misma solución podría intentarse, al menos, en el aeropuerto del Norte de Tenerife, situando la antena de emisión de la señala de ILS (que se puede ver desde la curva de la carretera de La Esperanza) más alejada de la cabecera de la pista 30, la más cercana a Santa Cruz.

Pero AENA se cierra en banda y no quiere ni intentar esa alternativa, basándose en estadísticas que hablan de que sólo se desvían vuelos con destino a Los Rodeos muy pocos días al año, lo cual porcentualmente puede ser cierto, pero está claro que las cuarenta operaciones suspendidas este pasado fin de semana han creado perjuicios a miles de pasajeros y pérdidas a distintas compañías aéreas.

El nuevo presidente del Cabildo, y los recién elegidos alcaldes del área metropolitana tinerfeña deberían insistir a los responsables de AENA para que se solucione este eterno problema de visibilidad que, en los meses estivales, padece Los Rodeos. Ahí lo dejo. Porque soluciones hay.El titular de este comentario es absolutamente cierto. El organismo de Aeropuertos Nacionales y Navegación Aérea (AENA) margina a Tenerife, porque no quiere solucionar un grave problema que padece Los Rodeos con la presencia, en los meses de verano preferentemente, de brumas de los vientos alisios en el entorno de las instalaciones aeroportuarias, lo que reduce la visibilidad para las operaciones de aterrizaje de los aviones.

Cierto es que el organismo responsable dotó en su día del instrumental necesario (ILS II-III) para que las aeronaves pudieran realizar las operaciones de aproximación a pista aún con visibilidad muy reducida, como ocurre en la mayoría de los aeropuertos europeos.

Una vez puesto en funcionamiento este aparataje de ayuda a la navegación aérea, se pudo comprobar que, por la especial orografía de Los Rodeos, la señal que define la senda de aproximación a los aeroplanos rebotaba en una vaguada y hacía ineficaz dicha ayuda, por lo que se desestimó su uso.

Un problema de muy parecidas circunstancias se producía en el aeropuerto de Asturias, hace años y, por lo que me han explicado técnicos aeronáuticos y pilotos civiles, el asunto de los rebotes de señal se solucionó trasladando unos metros la antena que emite la señal, situándola un poco más alejada de la cabecera de pista, con lo que ya no existen interferencias del terreno.

La misma solución podría intentarse, al menos, en el aeropuerto del Norte de Tenerife, situando la antena de emisión de la señala de ILS (que se puede ver desde la curva de la carretera de La Esperanza) más alejada de la cabecera de la pista 30, la más cercana a Santa Cruz.

Pero AENA se cierra en banda y no quiere ni intentar esa alternativa, basándose en estadísticas que hablan de que sólo se desvían vuelos con destino a Los Rodeos muy pocos días al año, lo cual porcentualmente puede ser cierto, pero está claro que las cuarenta operaciones suspendidas este pasado fin de semana han creado perjuicios a miles de pasajeros y pérdidas a distintas compañías aéreas.

El nuevo presidente del Cabildo, y los recién elegidos alcaldes del área metropolitana tinerfeña deberían insistir a los responsables de AENA para que se solucione este eterno problema de visibilidad que, en los meses estivales, padece Los Rodeos. Ahí lo dejo. Porque soluciones hay.

Imagen de archivo: Aeropuerto de Los Rodeos con densa niebla

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