15.04.2020 | Redacción | Opinión
Por: Mariano H. Zapata
Presidente del Cabildo de La Palma
El Aeropuerto de La Palma, la principal puerta de comunicación con el exterior de nuestra Isla cumple 50 años. Medio siglo de servicio extraordinario para la sociedad palmera y medio siglo de comunicaciones con el exterior, que ha posibilitado que varios cientos de miles de personas hayan podido conocer nuestra Isla. En las actuales circunstancias, se hace más patente su importancia y podemos comprender su gran valía y corresponsabilidad con el Puerto de Santa Cruz de La Palma, por ser instalaciones fundamentales tanto para el transporte tanto de viajeros como de mercancías.
En estas cinco décadas, el aeródromo palmero ha sido testigo de vivencias importantes en la historia de La Palma, la inmensa mayoría agradables y algunas tristes. Por supuesto que también ha albergado encuentros de ida y vuelta, así como alegrías y emociones. Lo que está claro es que día de hoy no podemos hablar del aeropuerto de La Isla Bonita sin hacer referencia a las posibilidades de desarrollo socioeconómico que ha brindado y brinda a nuestra sociedad al ser el más importante vehículo para el turismo. La actividad turística se ha convertido y debe seguir consolidándose en La Palma como motor socioeconómico de una isla que tiene muchos y diversos encantos que ofrecer al viajero.
El Aeropuerto de La Palma también es, sin duda, una infraestructura de trabajo muy valorada y apreciada por todas aquellas personas que han dado lo mejor de sí para hacer, cada uno desde su responsabilidad, que este espacio funcione a la perfección cada día, puesto que es imprescindible el concurso de una cadena de profesionales para que podamos embarcar y desembarcar en cuestión de minutos y con plena seguridad. A todas esas personas, a las que han estado y a los que están, vaya mi más sincero agradecimiento.
La actual terminal del Aeropuerto de La Palma es una de las mayores del país en su categoría, con capacidad para facilitar el tránsito anual de un millón de pasajeros como mínimo, cifra que ya se ha superado. Se trata de un edificio eminentemente funcional, moderno, diáfano y pensado a largo plazo para la agilidad y fiabilidad de servicios y usuarios. Es la tercera terminal en 50 años, lo que pone de manifiesto la importancia creciente que ha tenido a lo largo de este tiempo como nudo fundamental de comunicación.
Como es conocido, se trata del segundo aeropuerto en la historia de La Palma y su inauguración, el 15 de abril de 1970, constituye un hito en la etapa contemporánea insular. Relevó al aeropuerto de Buenavista, cuyas limitaciones operativas impedían atender la demanda que ya generaba la Isla. Lo curioso del caso es que el actual sería construido en terrenos que en 1950 ya habían sido ofrecidos por el Ayuntamiento de la Villa de de Mazo. El accidente sin víctimas de un avión Fokker F-27 de Iberia ocurrido en la víspera del día de Reyes de 1970, aceleró la puesta en marcha del nuevo aeropuerto cuando aún las obras no habían terminado. Esa imagen, que está aún en la retina de muchos, constituye el punto de partida de la magnífica realidad que vivimos en la actualidad.
Imagen: Mariano H. Zapata, presidente del Cabildo de La Palma