11.02.2018. Redacción / Opinión
Por: Paco Pérez
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Un Tenerife "distinto" al que estábamos acostumbrados en las últimas jornadas consiguió golear por 5-1 al Córdoba en el encuentro disputado este domingo en el "Heliodoro", con dos tantos del ya recuperado Juan Villar, otros dos de Víctor Casadesús y un quinto de Philip Malbásic.
Sin duda, se notó la "mano" del nuevo entrenador blanquiazul, Joseba Extebarría, que realizó muchos cambios en la alineación inicial, con un centro del campo novedoso, con Alberto Jiménez y Luis Milla; unos extremos natos (Juan Villa y Álex Mula) y una pareja sorprendente de centrales, con Jorge Sáenz y Lucas Aveldaño, colocando en punta a Malbásic y Casadesús.
El técnico vasco parece haber aterrizado en Tenerife con la suerte que le faltó a su antecesor, José Luis Martí, que no encontró una fórmula precisa para hacer funcionar al equipo local. Etxebarría ha transmitido buenas sensaciones, con otro esquema de juego y, por lo que se ve, más exigente con su nueva plantilla.
El Tenerife corrió más esta noche dominical y se mostró como un equipo con hambre de gol, después de un largo periodo de inapetencia, se mostró más cohesionado como conjunto y practicó un juego de ataque más veloz, con contragolpes muy efectivos.
De cualquier manera, a pesar de la positiva actuación, el Tete sigue teniendo algunas lagunas, si bien marcó muy pronto (minuto seis, obra de Villar), por momentos preocupó el bajón de juego que experimentó tras encajar el tanto del empate (Guardiola, minuto 20), aunque afortunadamente pudo irse al descanso con un 2-1, cuando moría el primer acto (minuto 45, Malbásic).
La suerte la tuvo de cara el combinado local, porque a los doce minutos de la reanudación el árbitro pitó una clara mano en el área por parte de un defensor cordobesista. El penalty lo tiró Villa, rechazó el portero (es la quinta máxima pena que falla el Tenerife este año) y el rebote llegó a Casadesús, que logró marcar.
El cuarto tanto fue producto de un rápido contragolpe blanquiazul conducido por Villar y Malbásic. Tiró el serbio, rechazó el meta y el delantero onubense remató al fondo de la red.
El preparador local dio entrada después a Suso y a Vitolo y el definitivo gol llegó a ocho minutos del final, por otro contrataque tinerfeñista, llevado a cabo por Suso y el delantero balcánico, que culminó con éxito Casadesús.
Desde el año 2014 el Tenerife no conseguía marcar cinco tantos en un partido. En de ayer cabe resaltar las actuaciones de Álex Mula, el último fichaje, que mostró muy buenas maneras; la conducción del juego de Luis Milla; el oportunismo de Villar y la gran labor de Alberto Jiménez.
Hay que tener, a pesar de todo lo visto, los pies en el suelo y esperar a ver lo que sucede en la próxima jornada en Madrid, frente al Alcorcón.
Ahora, a disfrutar del Carnaval.