23.03.2019 | Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
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En un encuentro realmente loco, ilógico e imprevisible disputado este viernes en el "Heliodoro Rodríguez", el C.D. Tenerife no se rindió nunca y logró remontar el marcador en el segundo tiempo ante el líder Atlético Osasuna y terminó ganando por 3 goles a 2, después de llegarse al descanso con clara ventaja del conjunto navarro (0-2).
El equipo blanquiazul salió al campo más concentrado que en otras ocasiones y los primeros minutos fueron muy disputados, con una mejor puesta en escena del Tenerife, pero el Osasuna llegó dos veces a la puerta local y dio dos mazazos impresionante en solo tres minutos, sobrevenidos por dos fallos graves de la defensa tinerfeña, cuyo actor principal fue Alberto Jiménez, que tuvo una noche muy desafortunada.
En el primer gol visitante (minuto 25) el majorero pierde el balón, lo aprovecha el Osasuna para contragolpear y Roberto Ibáñez, de un tiro con rosca y picado bate a Dani. En el segundo tanto (minuto 28) Alberto es desbordado en su marcaje y Brandon culmina un contraataque rojillo de tiro cruzado.
Hasta el intermedio, el partido se desarrolla con dominio osasunista, porque el Tenerife sintió los dos mazazos, pero de manera sorprendente los blanquiazules no se rindieron nunca y con coraje pudieron remontar el marcado y alejar a los fantasmas que quieren que el equipo descienda.
Cierto es que el choque estuvo más cerca del 0-3 por momentos, pero es fútbol es tan imprevisible que en un mal despeje de Unai García, presionado por Fernando Coniglio en el área, introduce el balón en su propia portería (1-2), cuando se jugaba el minuto 62.
Este autogol de Osasuna metió al Tenerife en el partido y Oltra saca toda su artillería para poder, al menos, empatar ante el líder y llama a participar a Naranjo y a Malbásic, que resultaron ser decisivos en los dos tantos locales que, ya en el tramo final, consiguió Ismael López, que se estrenó como goleador.
El empate se consiguió en un avance tinerfeñista que, conducido por Milla, el balón acaba en los pies de Malbásic, quien cede a Isma para que marque a placer. Era el minuto 78, y solo seis más tarde, el lateral zurdo blanquiazul obtiene su doblete, a pase de Naranjo.
Fue una auténtica resurrección del Tenerife, que estaba muerto en el descanso, pero que nunca arrojó la toalla. Buena parte de culpa la tuvo el Osasuna, que con el 0-2 a su favor se relajó y perdonó en las ocasiones que tuvo. Muy mala suerte la del requipo navarro, que no supo o no pudo conseguir un triunfo que a nadie hubiera extrañado, porque ha sido el mejor equipo que ha pasado esta temporada por la Isla y merece ascender.
El próximo sábado el Tenerife viaja a Albacete, donde se enfrentará al equipo manchego, que está en la parte noble de la tabla.
Imagen: laliga123