30.04.2018. Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
pacopego@hotmail.com
Como era previsible, el Rayo Vallecano fulminó este domingo al Tenerife por tres goles a uno, después de una primera parte muy vistosa y con alternativas para los dos conjuntos y de un segundo acto en el que al equipo local le salió todo bien.
Con este resultado, el conjunto blanquiazul termina con sus ilusiones de intentar subir a Primera División, ni de forma directa ni a través de las eliminatorias de promoción, entre otros motivos porque se perdió demasiado tiempo en sustituir al entrenador con el que se inició la presente Liga.
En el estadio municipal de Vallecas se acabó la temporada para el Tenerife, que se encontrará el próximo año con un campeonato aún más fuerte que el actual, con el descenso de Málaga, Las Palmas y Coruña, con lo que la Segunda División está copada por conjuntos con gran historial, que han jugado muchos años en la máxima categoría.
Está clarísimo que el Tenerife lo intentó, que las lesiones han castigado mucho a los blanquiazules y que el equipo, cuando más se espera de el, sufre un síntoma extraño por el que termina cagando las expectativas que surgen a medida que transcurre la competición.
El de Vallecas era un compromiso muy difícil y no pudimos superarlo. Ahora es el momento ideal para ir planificando la próxima temporada, con 19 jugadores actuales que tendrán contrato vigente, por lo que muchos fichajes no podrá hacer Joseba Etxeberría, si se confirma que sigue al frente del equipo a partir de junio.
Otra temporada gris del Tete, que sigue desilusionando a su sufrida afición. ¿Es consciente de la situación el presidente Miguel Concepción? Me da que el empresario palmero pasa un poco de todo esto.