04.05.2019 | Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
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Le costó mucho más de lo previsto, pero finalmente el Tenerife logró tumbar, por dos goles a uno, a la Unión Deportiva Las Palmas en el derbi regional disputado la noche de este sábado en el "Heliodoro", en partido correspondiente a las trigésimo séptima jornada del campeonato de Segunda División.
Lo que son las cosas del fútbol. En la primera mitad el Tenerife se mostró muy nervioso e impreciso y en una jugada aislada, Mauro Dos Santos estuvo a punto de ser expulsado por una dura entrada, pero el árbitro le perdonó la segunda tarjeta amarilla. El argentino parecía estar pasado de vueltas y Oltra, con buen criterio, mandó a calentar a Carlos Ruiz.
La entrada del defensa granadino en la segundo tiempo fue fundamental, porque cuando los blanquiazules ya perdían por un error en el despeje de Dani Hernández (el tanto amarillo lo marcó Cedrés en el minuto 66). Carlos Ruiz conseguía el primer tanto local de un limpio y potente cabezazo diez minutos después (en el 76), a la salida de un córner sacado por Milla.
A tres minutos de los noventa, Naranjo logró batir por segunda vez al meta Josep Martínez, tras una asistencia perfecta del propio Carlos Ruiz, tras una jugada personal.
El encuentro no fue vistoso, como suele ocurrir en estos enfrentamientos entre eternos rivales, pero sí fue un choque emocionante en el que se adelantó la Unión Deportiva cuando ya estaba con diez jugadores, en el minuto 55 por expulsión de Timor, que se pasó dos pueblos en sendas entradas a dos contrarios.
Con este resultado, el Tenerife coge oxígeno y respira aliviado, aunque no está salvado aún matemáticamente, sí se ha dado un gran paso. Ahora el quipo blanquiazul viajará el próximo fin de semana a Granada, para enfrentarse a uno de los equipos destacados de la categoría.