17.11.2018. Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
pacopego@hotmail.com
El Club Deportivo Tenerife parece un equipo de monjitas de la Caridad, muy inocente, totalmente impotente para sacar un balón desde la defensa hacia adelante y un conjunto al que le hacen muchísimo daño, mortal de necesidad con muy pocas armas.
El Tenerife, que este sábado ha perdido de nuevo en tierras españolas continentales (no gana en la Península Ibérica desde el 1º de abril), esta vez en Pamplona (2-0) ante el Atlético Osasuna, va esta temporada "de culo y sin frenos" y, lo que es peor, con una dinámica alejada de la fortuna, porque aunque crea algunas ocasiones de gol no tiene suerte, absolutamente enemistado con ella, mientras a los rivales les sale todo.
Así las cosas, el equipo navarro se acercó en un par de ocasiones al área visitante y, ya en el minuto diez el ex-tinerfeñista Juan Villar marcó el primer gol del partido, que además lo celebró de manera muy efusiva, sin tener en cuenta que se lo anotaba frente a sus antiguos compañeros. Una falta de respeto y una acción que nada tiene que ver con el "fair play".
Hay que recordar que el jugador onubense estuvo lesionado gran parte de la temporada pasada y parece que solo vino a la Isla como ave de paso en la "colonia" futbolística española.
Por si fuera poco, en el minuto 45 el Tenerife estuvo a punto de conseguir el empate en las botas de Naranjo, que falló, y en la jugada siguiente el Osasuna sentenció el encuentro en el tiempo añadido, antes de irse los equipos al vestuario.
En la segunda parte, los blanquiazules no tuvieron más remedio que estirarse y buscar la puerta contraria, labor en la que destacó por su pundonor el serbio Malbásic, que hizo todo lo posible y lo imposible por reducir la diferencia en el marcador.
Poco hay que destacar en el resto del conjunto isleño, donde Milla fue anulado totalmente por Fran Mérida y Undabarrena estuvo como asenté, lo mismo que Joao --al que apenas se le vio--, mientras que Luis Pérez fue un auténtico coladero por su banda, ante las embestidas osasunistas.
Está claro que, transcurrido el primer tercio de esta Liga, el Tenerife no puede tener hoy otro objetivo que la permanencia de categoría, para lo cual ha de conseguir cincuenta puntos y ahora mismo solo tiene trece.
El mercado de fichajes de invierno está a la vuelta de la esquina. No sé qué pensarán los directivos del club, pero esta plantilla necesita refuerzos de manera urgente. A ver si así ahuyentamos al gafe que nos ha caído encima.
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