05.10.2019 | Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
pacopego@hotmail.com
Tres derrotas consecutivas como local, este sábado frente al Extremadura, con el que perdió injustamente por 1-2, hacen que el Tenerife se desangre en estos comienzo de temporada en el "Heliodoro Rodríguez López", donde solo ha conseguido un triunfo desde el comienzo de la Liga.
Esta vez el equipo blanquiazul dio mejores sensaciones, pero está clarísimo que el conjunto isleño está gafado en su estadio y que por el recinto deportivo chicharrero hay bailaderos de brujas y aparecen fantasmas del pasado, aliados con el infortunio del representativo. El Tete se autolesiona sin querer, pero se desangra este año en su propio feudo.
El Tenerife nunca debió perder este último encuentro, pero Carlos Ruiz no tuvo precisamente su día más glorioso. En el minuto ocho, muy flojo en la disputa por alto de un balón en el área, lo aprovecha Zarfino para establecer el 0-1 y, por si fuera poco, el defensa granadino cometió un infantil penalty en el minuto 74 de partido, al interceptar el balón con la mano alejada de su pecho. La máxima pena la transformó Nono, con un tiro imparable a la escuadra, estableciendo el definitivo 1-2.
Los locales empataron (1-1) el choque en la primera parte, en el minuto 21, a la salida de un córner lanzado por Milla que remató de cabeza Álex Muñoz y que el balón terminó de introducir en la meta Casto, el portero visitante, que hizo varias paradas de mérito.
Se pudo ganar el enfrentamiento si a Naranjo le entra una pelota que rechazó el poste derecho de la portería extremeña, pero al jugador más caro de la plantilla no le sale nada. Seguramente fue alineado este sábado para poder traspasarlo en diciembre, en el mercado de invierno.
Me da la impresión de que el Tenerife se apura mucho en el "Heliodoro", que le cuesta sacar el balón jugado desde atrás y que debería lanzar más pases en largo, porque no debe permitir que cualquier equipo que viene a la Isla presione y nos encierre en nuestro propio campo.
Al conjunto de López Garai los rivales le han cogido la medida y le hacen un traje en su propia casa. Distinto es el concepto del técnico tinerfeñista cuando juega en campos peninsulares, que sí nos dará muchas alegrías. Mas está meridianamente claro que como local hay que cambiar no solo la táctica, sino también la estrategia.
Habrá que resignarse y tener una profunda paciencia, porque el Fútbol es así de sencillo y de complicado. Lo peor es que vienen curvas, que el equipo se está desangrando en esta Isla, y el próximo fin de semana vamos a Madrid para enfrentarnos al Rayo Vallecano. ¡Ay Dios mío¡