01.04.2018. Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
pacopego@hotmail.com
El Club Deportivo Tenerife ha conseguido en la tarde de este domingo un valiosísimo triunfo frente al Osasuna de Pamplona, en estadio "El Sadar" (Reino de Navarra), al ganar por 0-1, con un golazo del jugador hondureño Brian Acosta, que mandó un misil desde fuera del área que se coló por la escuadra del meta local Sergio Herrera, cinco minutos después de reanudarse el encuentro, tras el descanso.
A muchos aficionados le extrañó el planteamiento inicial preparador blanquiazul, al alinear a Luis Pérez y a Raúl Cámara, dos defensas laterales en la banda derecha del ataque tinerfeñista, pero está claro que Joseba Exteberría está demostrando ser un gran estratega, porque dispuso de esos dos peones en el tablero para evitar un jaque mate osasunista en las subidas por su lateral izquierdo.
Además, el técnico vasco ha dado en la diana con los nuevos directores de orquesta de la sinfonía azul y blanca, con los centrocampistas Luis Milla y Alberto Jiménez, algo que echamos en falta durante la primera vuelta, como comentamos en muchas veces en su momento.
El Tenerife crece semana a semana y con este triunfo en Pamplona ha dado un golpe sobre la mesa. El equipo transmite mayor solidez y oficio y, aunque en el cuarto de hora final el Osasuna apretó mucho en este último encuentro, el conjunto blanquiazul no se descompuso nunca y supo mantener la ventaja hasta el pitido final del arbitro, el colegiado Valdés Aller, que estuvo muy bien.
Aparte de la labor desarrollada por Milla y Alberto, cabe destacar el partidazo del defensa Carlos Ruiz, dueño y señor del área propia. El central granadino completó una de sus mejores actuaciones como jugador tinerfeñista, sin desmerecer la labor de los demás actores del plantel isleño.
Con esta trascendental victoria el Tenerife se acerca a los puestos de promoción de ascenso. La distancia es ahora de solo tres puntos, por lo que el objetivo está al alcance de la mano. La pena es que en la primera vuelta se tiraron por la borda muchos puntos y se tardó demasiado en decidir la sustitución del preparador.
Como afirma el viejo refrán, nunca es tarde si la dicha es buena. ¡Vamos Tenerife, sí se puede¡