Tagoror Digital29.01.2019. Santa Cruz de Tenerife
2018 ha vuelto a ser un buen año para el empleo en Canarias, que continúo creando empleo por quinto año consecutivo con una tendencia a la desaceleración en la misma línea que el comportamiento de la economía. Así, en los últimos doce meses la economía regional permitió crear 41.600 empleos hasta los 913.400 ocupados, cifra jamás vista en la historia del mercado laboral canario.
La creación de empleo en el cuarto trimestre del año se asienta exclusivamente en el sector público, que es el único que creó puestos de trabajo: 9.300 frente a un retroceso de 5.200 en el sector privado. Sin embargo, tanto uno de como otro mejoraron las cifras de finales de 2017, 7,6% y 4,2% respectivamente
Por otro lado, y a pesar del incremento en el número de desempleados registrado en el cuarto trimestre del año (5.900 parados más que a finales de septiembre), el año finaliza con 18.200 parados menos, tras un retroceso anual del 7,4%. Más ocupados y menos parados que han permitido reducir la tasa de desempleo del archipiélago un 2,1%, hasta situarse en el 20% de la población activa, 5,5 puntos por encima de la media del país.
Sin embargo, los cinco años consecutivos de mejora en el mercado de trabajo también se han traducido en un aumento significativo de la población activa, muy por encima del crecimiento medio nacional. Así, en el último año, los ocupados y parados existentes en el archipiélago ascendían a 1.141.600 personas, 23.300 más que las existentes un año antes y muy por encima de la que se registraba a finales de 2007, cuya cifra ascendía a 998.500 personas.
Previsiones de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife
Para el año 2019, la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife estima que se continuará creando empleo, aunque a un menor ritmo, tal y como ha venido avanzando la evolución trimestral del número de ocupados en 2018. Detrás de esta trayectoria estaría la suave desaceleración prevista por la economía española durante 2019, con un avance estimado del PIB del 2% interanual, frente al 2,7% estimado para 2018.
Del mismo modo, también podría repuntar el número de desempleados, por el menor dinamismo que se está percibiendo entre las actividades de servicios, si no se llega a compensar con el impulso de la construcción por la falta de acuerdo y dotación económica para llevar a cabo los convenios de obra pública previstos con Estado.
Por otra parte, el descenso en las expectativas de nuevos crecimientos en la ocupación también se pudiera traducir a lo largo del año en un retroceso de la población activa y, por tanto, en una menor presión sobre el mercado de trabajo, que pudiera amortiguar el menor ritmo previsto de generación de empleo y reducir levemente la tasa de paro por debajo del actual 20%.
Un escenario laboral que, a juicio del presidente cameral, Santiago Sesé, va a depender de la introducción de mejoras en el funcionamiento del mercado de trabajo, de que se aprueben los compromisos presupuestarios entre Canarias y el Estado, de la reducción o no de la incertidumbre que está suscitando el Brexit, del crecimiento que puedan experimentar nuestros destinos turísticos competidores y del devenir del ejercicio político nacional y regional.
En este sentido y sumándose a las reivindicaciones puestas de manifiesto desde la Cámara de España, Sesé cree que, “la economía española debe seguir prestando una atención preferente al mercado laboral, con acciones específicas de política económica para perfeccionar su funcionamiento. En particular, para avanzar en la inclusión de los colectivos con mayores problemas para acceder al mercado de trabajo, como los parados de larga duración, los mayores de 45 años o los jóvenes, así como para reducir la burocracia y los costes vinculados al proceso de contratación laboral, y aumentar gradualmente la tasa de actividad. La revisión y mejora de la eficacia de las políticas activas de empleo sigue asimismo siendo una tarea pendiente que no debe posponerse.
En el ámbito general, determinadas incertidumbres y cuestiones presentes podrían influir negativamente sobre el pulso mercado laboral, como la prolongación de la inestabilidad política en Cataluña, las desviaciones respecto a los objetivos acordados con nuestros socios comunitarios en materia de consolidación fiscal, las dificultades para aprobar unos nuevos presupuestos generales del Estado, o la postergación de reformas estructurales de calado para la eficiencia y competitividad de la economía española (en materias como la educación, las pensiones, la financiación autonómica o la modernización de la Administración Pública).
La creación de empleo en el cuarto trimestre del año se sustenta solo en el sector servicios, a pesar de que también crece su número de parados.
Dentro de los diferentes sectores de actividad, la ocupación disminuye respecto al trimestre anterior, en términos relativos, en todos los sectores excepto servicios (1,3%). El mayor descenso lo registra construcción (-9,2%), seguido de agricultura (-1,9%) e industria (-1,5%). Respecto a la variación anual, se incrementa en todos los sectores excepto agricultura (-14,8%). El mayor crecimiento se produce en industria (6,1%), seguido de servicios (5,5%) y construcción (2,2%).
En cuanto al paro por sectores, desciende trimestralmente en industria (-32,7%), agricultura (-23,5%) y en el colectivo que busca el primer empleo o lleva más de un año desempleado (-1,4%). Servicios registra un incremento del 11,9% y construcción del 1,9%. Anualmente, el paro disminuye en industria (-32,7%), construcción (-4,3%) y en el colectivo de personas que buscan el primer empleo (-19,9%) y aumenta en agricultura (52,9%) y servicios (15,8%).
