15.09.2019 | Santa Cruz de Tenerife
La Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife advierte de que el incremento de la incertidumbre y las cada vez más patentes señales de ralentización exigen la adopción de medidas que se plasmen en un plan económico integral que cuente con el respaldo de todos los agentes de las Islas. Así lo expresa el presidente de la entidad, Santiago Sesé, a la vista de los resultados del Boletín de Situación Económica (Botse) del segundo trimestre del año, elaborado por la Cámara con el patrocinio de Caixabank. El informe recoge datos desiguales sobre la evolución de la economía canaria en ese periodo que certifican el debilitamiento de la actividad y el empleo y preludian un horizonte incierto que, advierte Sesé, “obliga a anticiparse”.
“Es necesario trabajar desde ya en medidas paliativas, pero también en nuevas propuestas que se puedan arbitrar desde distintos ámbitos para disminuir las posibles consecuencias”, apunta el presidente de la institución cameral. Se trata, en definitiva, de un plan económico, “integral y reformista”, que incluya medidas presupuestarias, de política fiscal, sectoriales, de empleo y “todas aquellas que promuevan la competitividad y la productividad de la economía del Archipiélago y la hagan menos vulnerable ante los vaivenes que se avecinan”.
Durante el segundo trimestre del año se ha intensificado el grado de incertidumbre que rodea a las perspectivas económicas internacionales y nacionales. A un Brexit cuyo desenlace es cada vez menos previsible y más inquietante, se suman el recrudecimiento de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, la debilidad de la economía alemana, las dudas sobre la política fiscal en Italia y el complejo escenario político en diversos países de la UE.
La situación, argumenta Sesé, requiere “acciones de política económica” que, en el caso de Canarias, se materialicen en unos presupuestos autonómicos que, al tiempo que garanticen los servicios esenciales, impulsen la inversión productiva.
Esta es, según la Cámara de Comercio, “la mejor vía para mantener la actividad, el empleo y también la recaudación”. Para la entidad cameral, las cuentas regionales han de facilitar que otras actividades económicas asuman el peso que puedan perder las que han actuado como sostén de la recuperación en los últimos años, en especial el turismo. En este sentido, el presidente de la institución insiste en la importancia de promover la obra pública, de manera que el sector de la construcción pueda consolidar su despegue mediante la ejecución de infraestructuras de interés general.
Para ello, señala, “es urgente contar con un escenario político de estabilidad que ejerza como contrapeso de la incertidumbre internacional”. “El gobierno de la nación -añade- debe salir de la provisionalidad y tener las manos libres para acometer las reformas estructurales pendientes, así como para cumplir con sus compromisos con las comunidades autónomas, entre ellas Canarias”.
El dirigente empresarial anima, asimismo, a explorar alternativas que palíen la pérdida de conectividad de las Islas que pudiera derivarse de las decisiones de algunas aerolíneas. A juicio de Santiago Sesé, es preciso también profundizar en la apuesta por un “turismo de calidad y excelencia”, que mantenga o eleve los ingresos de la actividad, aunque descienda el volumen de visitantes.
En cuanto a los datos del Boletín de Situación Económica del segundo trimestre, revelan que, pese a la ralentización, el Producto Interior Bruto (PIB) de las Islas continuó creciendo en el ese periodo. Lo hizo un 0,7% en relación a los tres meses anteriores y un 2% respecto al mismo trimestre de 2018, tres décimas por debajo de la media nacional, según los datos del Instituto Canario de Estadística (Istac). Este avance se sustenta en el incremento de la demanda interna que, no obstante, muestra comportamientos dispares en función de los indicadores que se observen. Así, el índice de comercio minorista mejoró un 1,7% en tasa interanual -una décima menos que en el conjunto del país-, como consecuencia del aumento de las ventas, el empleo generado a lo largo de los años de recuperación y las buenas condiciones financieras.
Aunque la ocupación en el sector comercial se elevó un 1,1% entre abril y junio, una décima por encima del crecimiento medio nacional para el mismo periodo persiste la tendencia de desaceleración iniciada hace dos años, cuando el alza del empleo llegó a alcanzar el 4,4%. El promedio de afiliados a la Seguridad Social en la rama de actividad comercial durante el segundo trimestre aumentó un 0,7% sobre la cifra del año anterior.
Sin embargo, las ventas de vehículos continúan cayendo en Canarias. Las de turismos lo hicieron un 15,3% en relación al trimestre de primavera del pasado ejercicio, pero mejoraron un 12% los datos de los primeros tres meses de 2019.
La Cámara prevé que en los próximos meses se produzca una cierta moderación en el ritmo de avance del consumo privado, derivada del probable aumento de la propensión de los hogares al ahorro, el crecimiento de la incertidumbre, la ralentización en la creación de empleo y la desaceleración del crédito para consumo que ya se comienza a aconsejar a las entidades financieras.
También los indicadores relativos a la inversión empresarial registran cifras desiguales. El volumen de empresas inscritas en la Seguridad Social se mantuvo estable, con una leve variación al alza del 0,4% sobre el mismo trimestre de 2018. En cambio, las sociedades mercantiles creadas descendieron un 14,7% respecto al año anterior, mientras que el capital suscrito se redujo un 52,1%.
Desde el punto de vista cualitativo, unos resultados peores que los inicialmente esperados y unas expectativas a la baja en el corto plazo hicieron mella en la confianza de los empresarios, que retrocedió un 3% en la encuesta realizada en el mes de julio.
Por lo que se refiere a la demanda externa, el número de turistas extranjeros entrados en el Archipiélago durante el segundo trimestre de 2019 ascendió a 2.926.183, un 4,7% menos respecto al mismo trimestre de 2018. Este descenso obedece, sobre todo, al desplome del turismo alemán y contrasta con el incremento del 2,3% de los visitantes españoles, que cierta medida compensa el retroceso del mercado internacional. Por su parte, las exportaciones experimentaron un aumento interanual del 21,2%, mientras que las importaciones disminuyeron un 14,2%.
El Boletín de Situación del segundo trimestre muestra que la actividad de la industria experimentó un retroceso en la producción, debido principalmente a los descensos en la producción de bienes de equipo, bienes de consumo no duradero y energía. Por su parte, el sector de la construcción vio cómo la licitación pública descendía en relación a los tres primeros meses del año, pero continuaba su mejora en su comparación con las cifras registradas un año antes. Por último, el sector servicios en su conjunto experimentó movimientos positivos en el promedio trimestral de su cifra de negocios (1,6%), en tanto que el personal ocupado creció un 0,9% respecto a hace un año, en ambos casos por debajo del incremento medio nacional para el mismo periodo (4,2% y 1,8%, respectivamente).
El empleo continuó creciendo en el trimestre y en el año, pero no con la fuerza suficiente para reducir el número de parados provocado por el aumento de la población activa, que en el periodo analizado alcanzaba la cifra de 1.138.900 personas. Esta cantidad supone un alza de 8.700 activos en el trimestre y 29.900 en un año. La evolución de la población activa se tradujo en un aumento de 7.200 trabajadores (0,8%) y de 1.500 desempleados (0,6%) respecto al mismo trimestre de 2018 (0,8%). De esta manera, se registraron en total 899.700 ocupados, 13.100 más que hace un año, y 239.200 parados, 16.800 más que en el mismo periodo de 2018. La tasa de paro no registró variación porcentual y se mantuvo en el 21%, superior en 0,9 puntos a la del año anterior y 7 puntos por encima del índice nacional (14%).